Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 539

Sumergida en la bañera para aliviar el dolor corporal, Ana tenía la mente inusualmente clara.

Anoche, Nuria y su familia drogaron a Alejandro, lo que demostraba que Nuria quería manipular a Francisco.

Debía ser la fiesta de anoche la que hizo que la familia Flores viera una oportunidad.

No esperaban que resultara contraproducente para ellos.

Ayer, Nuria le aseguró a Ana con firmeza que le gustaba Francisco, pero por la noche, terminó teniendo relaciones sexuales con Alejandro. Ese afecto era realmente efímero.

Eduardo debería tener algunas pruebas.

Y ella necesitaba esas pruebas.

Pasaron aproximadamente cuarenta minutos.

Alejandro ya había ido a otra habitación del hotel a ducharse y había regresado.

Echó un vistazo hacia el baño.

¿Ella aún no había salido?

Miró su reloj de pulsera.

Su expresión se endureció y avanzó rápidamente, empujando la puerta del baño.

Al ver a Ana apoyada en la bañera con los ojos cerrados, dormida, suspiró aliviado.

Por un momento, todo tipo de noticias sobre accidentes en baños pasaron por su mente.

—Qué descuido.

¿No sabe que es muy peligroso?

Alejandro se reprendió a sí mismo, pero sus movimientos fueron muy suaves y cuidadosos al sacar a Ana de la bañera y envolverla rápidamente en una bata de baño.

Ella estaba profundamente dormida y relajada, y al caer en sus brazos, encontró un lugar muy cómodo para apoyar su cabeza.

Como un gato perezoso, mostrando cierta dependencia y confianza hacia su dueño.

Alejandro se quedó sin aliento por un momento, como si alguien hubiera rozado la punta de su corazón con una pluma, dejando una serie de palpitaciones.

Unos minutos después.

Por un momento no sabía si creer lo que veían sus ojos.

¡El cambio de expresión del presidente García fue demasiado rápido!

—El vídeo llegó a mis manos anoche, lo enviaré a Señora García en un momento.

Alejandro asintió, —Hoy no iré a la oficina, haz que envíen algunas prendas que Ana pueda usar.

—La ropa debería estar ya en camino, Señora García podrá vestirse cuando despierte.— Eduardo pensó que un buen asistente siempre piensa en todo.

Alejandro frunció el ceño, —Ve con el director financiero, este mes te subiré el sueldo.

Eduardo abrió los ojos de par en par, sorprendido por la buena noticia tan temprano, —Gracias, presidente García, ¡el presidente García es sabio!

—¿Desde cuándo empezaste a llamarla "Señora García"?— Alejandro no lo había notado antes.

Eduardo también se sorprendió, —Ah, no lo recuerdo.

Al principio, él llamaba a Ana "Señora Ana", pero sin darse cuenta empezó a llamarla "Señora García".

Los observadores ven las cosas más claramente; él veía que el jefe estaba enamorado de Ana. Nuria se desnudó y se ofreció a él, y bajo la influencia de las drogas, el presidente García aún tenía la cordura de rechazarla. Tal autocontrol es impresionante. Claro, el jefe definitivamente tiene a Ana en su corazón, ¿cómo si no iba a preferir ducharse con agua fría esperando a Ana?