Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 579

El corazón de Beatriz dolía de una forma densa y punzante.

Todo salía a la luz.

Ella arrojó su teléfono a un lado, dejando que sonara.

Pensó que Bryan no volvería a llamar, pero él insistió.

Parece que seguiría llamando mientras ella no contestara, y tal vez incluso se presentaría.

Ella realmente no quería enfrentarse a él.

Tomó el teléfono y contestó.

—¿Qué quieres?

Bryan, tras escuchar la pregunta fría de Beatriz, guardó silencio unos segundos, —¿Has bebido mucho?

Beatriz frunció el ceño, no es de extrañar que Alejandro pudiera encontrarla, seguramente había consultado con Bryan, —No he bebido mucho, ¿hay algo más? Si no, tengo cosas que hacer.

—Voy a cuidarte,— dijo Bryan con solemnidad.

Beatriz se levantó del sofá, —¡Bryan! ¿Podrías actuar como si nada hubiera pasado? No se puede ser tan egoísta, tú me conoces mejor que nadie, deberías saber cómo me siento ahora, no puedo enfrentarme a ti, cada vez que te veo, me recuerdas a ti y a Leticia juntos, ¡no puedo olvidarlo!

—Bea, perdóname esta vez, solo esta vez. Puedo demostrarte que no es como piensas, solo te tengo a ti en mi corazón,— dijo Bryan con voz grave.

Beatriz pareció escuchar algún chiste, —Solo esta vez, ya has hecho que nuestra confianza se derrumbe, Bryan, puedo perdonarte, pero definitivamente no puedo seguir contigo. Podemos ser amigos en el futuro, pero no esposos. ¿Podemos terminar en paz?

Bryan apretó el teléfono, tardó un rato en responder.

—Nunca será posible, con el tiempo lo entenderás.

Luego terminó la llamada.

Fue Bryan quien colgó primero.

El rostro de Beatriz palideció lentamente tras escuchar "nunca será posible".

¿Qué es lo que sigue insistiendo? ¿Un matrimonio fracturado, una relación infiel, todavía vale la pena continuar?

—

En el camino de regreso a La Villa Estrella del Mar.

Y cada conductor que pasaba miraba hacia atrás.

Cada mirada parecía decir, ¿conduciendo un auto tan lujoso a tal velocidad?

Aunque era a la velocidad de una tortuga, finalmente llegaron a La Villa Estrella del Mar después de cuarenta minutos.

Alejandro bajó a Ana del auto.

—El presidente García, voy a abrir la puerta.— El conductor bajó del auto y corrió a ayudar.

Ya estaban en La Villa Estrella del Mar, el presidente García no quiso despertar a la señora García, definitivamente le importaba mucho.

Solo que el presidente García a menudo tenía una expresión muy fría, seguramente era difícil para la señora García sentir las intenciones del presidente.

El conductor, inconscientemente preocupado por el bienestar del presidente, pensaba para sí.

Antes de entrar, Alejandro miró al conductor, que parecía querer decir algo pero se detenía, —¿Tienes algo que decirme?

El conductor dijo apresuradamente: —Hay algo que no sé si debería decir.

—Dilo.