Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 59

Leia o romance Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate Capítulo 59 gratuitamente

A série Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate, de Internet, é um romance de amor chinês totalmente atualizado em booktrk.com. Leia Capítulo 59 e os capítulos seguintes do romance Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate aqui.

Você pode baixar o romance Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate gratuitamente no site booktrk.com.

Pesquisas relacionadas:

Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate Capítulo 59

Novel Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate Capítulo 59

Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate PDF

—¿De verdad estás diciendo la verdad?

—No le mentiría a mamá. Mamá también vio el video. Fue Carlos quien me besó primero. —murmuró Carmen mordiendo sus labios, con una expresión de inocencia.

Pero dos videos no probaban nada en absoluto.

En las grabaciones no se escuchaba lo que decían, así que ella podía contar la historia a su conveniencia.

¿Acaso Ana creía que enviándole esos videos a su mamá cambiaría la situación? ¡Ni en sueños! Laura soltó un suspiro de alivio.

—Eso está bien.

—Mamá, seguro que mi hermana me odia. Ella está muy enamorada de Carlos, y ahora que a él le gusto yo, quiere destruirme a toda costa. Mamá, soy completamente inocente y no tengo culpa de nada. Ahora que Ana te ha enviado esos videos, definitivamente no va a emitir ninguna disculpa pública. —Carmen fingió estar asustada y apenada. Laura suspiró con resignación.

—Tú también eres una víctima. La culpa es de ese Carlos. En cuanto a la disculpa de tu hermana, hablaré con ella. Después de todo, esto es por su culpa. Si no se hubiera involucrado con ese don nadie, ¿cómo hubiéramos tenido tantos problemas?

—¿De verdad va a disculparse mi hermana? —preguntó Carmen con una mirada dubitativa.

Sentía que Ana ya no estaba bajo su control.

No iba al hospital a donar sangre, no obedecía a Carlos y tampoco volvía a casa.

Carmen se preguntaba dónde estaría viviendo Ana estos días. No le gustaba esa sensación de perder el control. Ana debía estar siempre bajo su dominio.

Laura frunció el ceño y, al mencionar a Ana, mostró poca paciencia. —No es cuestión de si quiere disculparse o no. No tiene otra opción.

——

En el apartamento alquilado, Carlos Fernández no apartaba la vista de su teléfono.

Carmen no le había respondido los mensajes en varios minutos.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate