Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 623

Él es un poco más guapo y un poco más alto que yo.

Pero ser guapo no significa ser confiable.

—Soy el esposo de tu hermana, ¿tú eres Javier?— preguntó Alejandro.

Cabe destacar que los hermanos de Ana son todos muy atractivos.

Javier, al oír la frase "esposo de mi hermana", arqueó ligeramente las cejas sin comprometerse y dirigió su mirada hacia Ana, diciendo: —Ana.

Alejandro dibujó una sonrisa en sus delgados labios, observando con discreción la terquedad en los ojos de Javier.

Este joven tiene carácter.

Efectivamente.

Ana, al ver la actitud de Javier hacia Alejandro con cierta resignación, intervino: —Nos casamos recientemente, puedes llamarlo cuñado.

Al escuchar esto, Javier abrió los ojos sorprendido, —¿Se casaron?

¿Ana se casó con este hombre sin conocer su fiabilidad?

¿Así de repente?

¿Podría este hombre haber seducido a Ana solo con su atractivo?

—Sí—, respondió Ana con una sonrisa.

Javier aún se resistía a llamarlo así, mirándolo con ojos llenos de cautela, intentando discernir qué pensaba realmente Alejandro.

Mientras conversaban, Ana ya había entrado al salón con Alejandro.

El ambiente estaba impregnado del delicioso aroma de la comida.

Elena y Francisco estaban ocupados en la cocina.

Manuel acababa de salir del baño.

Al enterarse de que Ana se había casado con alguien a quien apenas conocía y que incluso Javier debía llamar cuñado, quedó tan impactado que se apresuró a salir del baño.

—¡Anita!

Fue lo primero que dijo.

Pero luego, al posar su mirada en el hombre que había seducido a Ana con una expresión extremadamente penetrante, se quedó estupefacto.

Por eso, centró su mirada en Ana para hacer la pregunta.

Ana explicó de manera sencilla: —Él es el nieto de la abuela García, fue ella quien nos presentó.

Aunque la familia no había conocido personalmente a la abuela García, sí habían oído hablar de ella.

La abuela García era digna de confianza.

Quién lo diría, Alejandro era el nieto de la abuela García.

Elena, llevando un plato, salió de la cocina y al oír lo que decía Ana, finalmente se tranquilizó.

—Mamá—, dijo Ana al ver a Elena.

Alejandro miró hacia Elena y comenzó a hablar con un tono dulce: —Mamá.

Esta palabra sorprendió a Elena.

Ana volvió a mirar hacia Alejandro.

Alejandro también la observaba.