Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 640

Sofía mira su móvil después de que la llamada terminara, sintiendo un peso incómodo en el pecho.

¿Por qué Salvador insistía en que ella hiciera una elección?

Él sabía muy bien que ella siempre había estado enamorada de Alejito.

Y justo en este momento, él decide anunciar que se va a comprometer.

Ella pensaba que él nunca se casaría; a lo largo de los años, nunca le faltaron mujeres, pero nunca pensó en establecerse, ¿no era porque siempre la llevaba en su corazón?

Ella muerde su labio rojo, distraída por mucho tiempo, cuando de repente varias mujeres pasan por detrás de ella.

Estas personas tienen una edad similar a la de ella.

Deberían estar aquí para una entrevista.

Ella se compone y entra al edificio de Grupo García.

—

Hoy Alejandro fue al trabajo en el coche de Ana.

Dejó algunos documentos en el coche de Ana.

Como hoy no tenía mucho que hacer, mandó a su chófer al edificio de Grupo Pérez.

Había avisado previamente a Don Fernando que podría entrar directamente a buscar a Ana.

Pero no se lo había dicho a Ana.

Así que cuando ve a Ana trabajando, su mirada se fija, parado frente al vidrio, sin darse cuenta de que la observa durante mucho tiempo.

Pero también ve por primera vez a Pablo, que está junto a Ana, un poco irritado.

Ese joven, claramente enamorado de Ana, la mira con una intensidad desmedida.

Él, más que Alejandro como esposo de Ana, la mira sin restricciones.

Sus labios finos se aprietan ligeramente.

Don Fernando, que había terminado sus tareas, ve desde lejos a Alejandro mirando a través del vidrio, como si quisiera quedarse allí para siempre.

A través de un cristal, Ana muestra un instante de sorpresa y confusión, pensando que estaba viendo mal.

Pablo, sorprendido, exclama: —¿Alejandro?

Ana deja su trabajo y sale.

—Mis documentos quedaron en tu coche,— explica Alejandro cuando Ana sale.

Ana se da cuenta de por qué Alejandro está allí, —No noté los documentos en el coche, iré a ver.

—Está bien.

Ambos caminan lado a lado hacia el ascensor.

Don Fernando y Pablo, completamente ignorados, intercambian miradas.

Pablo, con algo de celos, comenta: —Ana es tan buena, abuelo, y ves a Alejandro tan frío y arrogante, como si alguien le debiera dinero. No sabe cómo tratar bien a Ana.

Hay un sentimiento de, "Si no tratas bien a Ana, yo lo haré. No te la apropies."