Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 665

La abuela García se sentía impotente, pero al pensar en las acciones de Narciso, no encontraba motivos reales para culpar a Alejandro ahora.

Aunque había sido parte de la familia García durante muchos años, desde la muerte de su esposo, las relaciones dentro de la familia se habían deteriorado gradualmente. Cada quien seguía sus propios pensamientos, y ella ya no podía intervenir mucho, solo adaptarse a los cambios.

En la superficie, todos le mostraban respeto.

Isabel también le había dicho una vez que hay cosas que no se pueden cambiar solo con el esfuerzo de una persona; los tiempos cambian, las personas cambian.

Narciso era bueno de niño, pero al crecer, influenciado por su entorno, su relación con ella se deterioró.

Especialmente después de casarse con Kenia hace más de veinte años, su relación con su madre ya estaba fracturada.

Ahora, al entrometerse en el matrimonio de Alejandro, ¿en qué se diferenciaba de los otros miembros de la familia García?

—Justo estaba pensando en comer una manzana. —dijo la abuela García, aunque preocupada, podía ajustar rápidamente su estado de ánimo.

A su edad, necesitaba aprender a manejar estos sentimientos negativos.

Ana le pasó una manzana.

Aunque la abuela García se sentía agobiada por dentro, la presencia de Ana mejoraba su ánimo.

Alejandro podía sentir claramente el cambio en el estado de ánimo de la abuela y miró discretamente a Ana.

Ella tenía una habilidad especial que relajaba a las personas.

Parecía que, estando con ella, no importaba lo que estuvieran enfrentando, podían calmarse rápidamente.

Además, no se dejaba atrapar por las dificultades del momento.

Notando la mirada de Alejandro, Ana preguntó: —¿También quieres una manzana?

Antes de que Alejandro pudiera responder, la abuela García gruñó: —Déjalo pelar su propia manzana, Ana, no lo malcríes.

Mirando a Alejandro, que recientemente lucía más saludable y lleno de vida a pesar de los muchos problemas, era obvio que su buen estado no se podía comparar con antes.

Sin duda, todo el mérito era de Ana.

Si no fuera por Ana, Alejandro todavía no sabría en qué situación está.

Alejandro frunció ligeramente la boca y dijo: —Déjame hacerlo yo.