Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 69

Francisco seguía con el ceño fruncido. —¿El coche lo compró ese hombre?

Ana es tan joven, ¿ya encontró un hombre con quien compartir su vida?

Solo de pensar que tal vez Ana estaba tan herida por Carlos, su pecho se llenaba de un dolor punzante y una incontrolable rabia por querer acabar con él.

—Lo compré yo misma. De ahora en adelante, nuestra vida mejorará. —dijo Ana.

Francisco frunció aún más el ceño. Este tipo de coche de energía nueva costaba alrededor de diez mil dólares. Ana, con su reciente trabajo de restauración, ciertamente podía ganar algo de dinero. —¿Ahora vives con él?

—Sí, es su casa. —Ana miraba hacia adelante, observando el tráfico. De repente, sintió que el peso en su corazón se aligeraba.

Francisco permaneció en silencio, sin decir nada durante treinta minutos.

Cerca de llegar al alojamiento de su empresa, finalmente habló. —Ana, busca una oportunidad para que lo conozca.

—En algún momento lo arreglaré para que conozcas a Alejandro. Pero no le digas a mamá ni a Javier sobre nuestro matrimonio por ahora. Seguramente se preocuparían.

Ana parpadeó. ¿Conocer a Francisco con Alejandro? Probablemente él no estaría dispuesto a conocer a su familia.

Ella lo sabía bien, su relación con Alejandro se basaba únicamente en un acuerdo.

Cuando el coche se detuvo, Francisco suspiró profundamente. —¿Él te trata bien?

—Me trata muy bien, solo que su personalidad es un poco... altiva. —Ana buscó las palabras adecuadas.

—La altivez a veces no es algo malo, siempre es mejor que las falsas promesas de Carlos. —Francisco se sintió un poco más tranquilo.

Francisco bajó del coche aún preocupado. —Ana, en el futuro, cualquier cosa que pase, cuéntamelo de inmediato.

—Lo haré. —respondió Ana con docilidad.

——

En el apartamento alquilado, Carlos se frotaba con fuerza el cabello, que ya parecía un nido de pájaros.

—Si Ana es tan problemática y sigue exponiéndote en internet, mejor aprovecha esta oportunidad para estar con Carmen. Intenta entrar en la empresa de los González. Con tu capacidad, podrías llegar a ser el yerno de la familia González y, quién sabe, tal vez la empresa de los González termine siendo tuya. —Sara ya soñaba despierta.

En su mente, su hijo era insuperable por cualquiera.

Los ojos llenos de venas rojas de Carlos se iluminaron. —Mamá, me has dado una gran idea...

——

En la Villa Estrella del Mar.

A las diez de la noche, Ana regresó a la villa.

La casa estaba completamente iluminada; parecía que Alejandro había llegado antes.

Justo cuando iba a subir las escaleras, vio a Alejandro sentado en el sofá, sosteniendo una taza de té humeante.

El aroma de algunas hierbas medicinales chinas flotaba en el aire.