Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 700

Aunque Ana estaba presente, cuando él la observaba, su expresión fría se suavizaba un poco.

Abuela García conocía bien a su nieto y su reacción no le sorprendía en absoluto.

Este asunto también involucraba a su hijo.

Solo al pensar en Narciso, se lamentaba por haber decidido tenerlo.

A lo largo de los años, el camino de Narciso se había vuelto cada vez más estrecho y torcido, y su mente cada vez menos clara, atreviéndose a hacer cualquier cosa. ¡Incluso se atrevió a lastimar a Ana!

Al percibir el rostro ensombrecido de abuela García, Ana, preocupada por la salud de su abuela si llegaba a conocer todo el proceso, intervinó: —Realmente estoy bien, abuela, no te preocupes. Además, abuela Ruiz siempre ha dicho que soy una persona con buena fortuna.

Abuela García asintió repetidamente: —Muy bien, muy bien, saber que no te ha pasado nada me tranquiliza.

Luego, charlaron un rato.

Por miedo a perturbar el descanso de Ana, pronto todos se marcharon.

Al irse, abuela García le encargó a Alejandro: —Cuida bien de Ana.

—Está bien. —Alejandro finalmente pronunció su primera palabra del día.

Sin embargo, no dijo mucho más.

Abuela García solo suspiró y se fue.

Cuando todos se fueron, Ana, notando algo inusual en Alejandro, justo cuando iba a preguntar, él ya la miraba: —¿Quieres saber quién te secuestró?

Los ojos de Ana brillaron ligeramente: —Lo sospechaba.

—De acuerdo, dejaré este asunto en mis manos, el responsable pagará el precio. —dijo Alejandro con voz grave.

Ana sonrió ligeramente: —Está bien.

Narciso contestó el teléfono rápidamente.

—Mamá.

Después de una noche de borrachera y enojo, la voz de Narciso sonaba ronca y severa.

Al recibir la llamada de Doña García, sabía exactamente de qué se trataba.

Narciso sentía que tanto su madre como su hijo eran una carga cada vez mayor.

—Sé que te convertiste en un desgraciado desde que creciste, pero nunca imaginé que pudieras llegar a ser tan desgraciado. Ana es una chica tan buena, y que esté con Alejandro es una bendición para él, y tú te atreves a mandar a secuestrarla, ¡incluso a herirla! ¡Estás loco! Haciendo esto, Alejandro nunca te aceptará como padre, y yo tampoco te reconoceré como hijo. Lo de anoche fue la última vez; si vuelves a hacerle daño a Ana, publicaré un anuncio en el periódico para que toda la ciudad A sepa qué clase de persona eres, ¡y romperé todo lazo maternal contigo!

Doña García dijo todo lo que tenía en su corazón de un tirón, dejando en claro lo profundamente que despreciaba y estaba decepcionada de su hijo Narciso.

Y también de esa Kenia.