Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 705

—¡Ay, tú! —exclamó Pedro, incapaz de contener una sonrisa.

Cuando Ángeles salió de la cocina con la comida, encontró a padre e hija charlando alegremente.

Después de servir los platos, los invitó a comer: —Vengan a comer.

Pedro y Ángeles habían reducido sus comidas a dos al día, omitiendo la cena y comiendo el almuerzo a las dos de la tarde.

Justo ese día, Beatriz no había comido suficiente en el hospital.

Hacía tiempo que no comían juntos.

El ambiente hoy era diferente al de antes.

Durante la comida, Ángeles no dejaba de hacer señas a Pedro, indicándole que abordara el tema importante.

Beatriz fingió no notarlo.

Estaba mentalmente preparada.

Cuando casi no quedaba comida en la mesa, Pedro finalmente habló: —Bea, siempre has sido inteligente. Cuando Ángeles te pidió que vinieras, probablemente adivinaste por qué queríamos que volvieras a casa.

—Sí, lo sé —respondió Beatriz, dejando de lado sus utensilios.

Ángeles, visiblemente emocionada, sabía lo mucho que su hija había madurado:

—Solo quiero asegurarme, ¿has tomado realmente una decisión? Conozco a Bryan desde que era un niño, es un buen chico. Sus errores inicialmente son difíciles de aceptar, pero después de entender todo el contexto, sé que no fue su intención. Bea, has crecido y tienes tus propias opiniones. En este asunto, tu madre y yo deberíamos respetar tus deseos y apoyarte si decides separarte de Bryan, pero...

—Pero a nuestra edad, sabemos que es fácil tomar decisiones equivocadas impulsivamente cuando se es joven. Nos preocupa que te arrepientas —dijo Pedro con sinceridad.

Como padre, lo que menos desea es tener que abordar estos temas con su hija.

Esto lo obliga a ver cómo su querida hija madura de la noche a la mañana.

Estos días, cuanto más lo pensaba, más convencida estaba de que necesitaba darle tiempo a Bea para que reflexionara.

Los errores de Bryan, aunque insoportables al principio, con el tiempo, en un año o dos, probablemente no tendrían ningún efecto en su relación.

Después de que sus padres terminaron de hablar, Beatriz los miró seriamente y dijo: —Papá, mamá, entiendo vuestras preocupaciones. Teméis que me arrepienta en el futuro o que Bryan esté con otra persona y, si me arrepiento, ya no tendría vuelta atrás, ¿verdad?

—Ah, ciertamente nos preocupa eso, tememos que te arrepientas. Después de todo, hay pocos hombres buenos en este mundo —dijo Pedro, consciente de la calidad de los hombres jóvenes hoy en día.

No hay muchos hombres buenos.

Realmente le preocupa que su hija pueda ser maltratada en el futuro.

Ángeles asintió repetidamente: —Tu padre y yo pensamos igual, nadie se compara con Bryan.

Beatriz palideció, sintiéndose impotente y resignada: —Sé que Bryan es bueno, pero...