Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 717

Sin embargo, cuando hablaba con Ana, el tono de Ignacio era claramente amable y respetuoso, como si para él, Ana fuera una persona muy importante y digna de un trato serio.

La notable diferencia oscureció el rostro de Patricia.

—Será para la próxima, acabo de hacer planes con unos amigos —respondió Ana.

Ignacio, con una mirada intensa, asintió con una sonrisa: —De acuerdo, será para la próxima vez.

Luego se dirigió a Patricia: —¿Conoces a la señorita Ana?

Patricia, con una sonrisa sarcástica, respondió: —Acabamos de conocernos. Ella conduce el coche que le regalé a Alejandro, así que tenía curiosidad y vine a hablar con ella. Parece que tú la conoces bien, ¿no es así?

Las chicas hermosas como Ana, naturalmente, usan esa ventaja para obtener lo que quieren de los hombres.

Probablemente Alejandro no sea el único hombre en su vida.

El desdén en su tono era algo que ni ella misma notaba.

En realidad, Ignacio y Alejandro son diferentes; Ignacio ha tenido muchas mujeres a su alrededor, incluyendo numerosas actrices y modelos con las que ha tenido relaciones.

En ese momento, ni Ana ni Ignacio sabían lo que Patricia pensaba, si lo supieran, seguramente la felicitarían por tener tantas ideas.

—Así que eso es, deja que mi chofer te lleve a casa, ahora es hora pico y hay mucho tráfico, conducir ahora es agotador y debes cuidar esa herida —Fue lo primero que dijo Ignacio en respuesta a Patricia, mostrando luego su preocupación y cuidado por Ana.

No era una preocupación fingida, sino genuina.

Un cuidado extremadamente atento.

Quienes conocen a Ignacio saben que él nunca muestra tal nivel de atención hacia las mujeres.

Siempre son las mujeres las que se preocupan por él.

No se diga de la actitud de Ignacio hacia Ana.

—Me estoy recuperando bien, vivo cerca de aquí, puedo manejar sola, gracias. Dale mis saludos a Hailita, pronto los invitaré a ambos a comer —rechazó Ana cortésmente.

Si no fuera por el trato cálido de Ignacio hacia Ana justo antes, Patricia no se sentiría de esta manera ahora.

Después de todo, Ignacio es así, puede sonreír a la gente, pero sin sinceridad, dejando a todos sin ver sus verdaderas intenciones.

Desde el momento que subió al avión para regresar a su país, pensó que solo con volver podría hacer que Alejandro se inclinara hacia ella.

Pero ahora...

Todo lo que veía era a la Ana de antes.

—

En la sala privada de un restaurante.

Manuel llegó puntual.

Pero en la sala solo estaba Brenda, sin rastro del director ni del agente de Brenda.