Resumo de Capítulo 720 – Capítulo essencial de Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate por Internet
O capítulo Capítulo 720 é um dos momentos mais intensos da obra Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Segunda oportunidad, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
—Quizás.
Alejandro asintió.
Ana y Alejandro comenzaron a sentir sueño poco después.
El teléfono de Alejandro, que había olvidado silenciar, sonó con una notificación de mensaje.
Alejandro lo desbloqueó inmediatamente.
Era una solicitud de amistad en WhatsApp.
El mensaje llevaba la nota "Patricia".
Había solicitado la amistad a través del grupo de exalumnos de secundaria.
Alejandro se detuvo un momento.
—¿Tienes algo que hacer? Yo voy a dormir, —dijo Ana mientras se deslizaba fuera de los brazos de Alejandro con un tono somnoliento y desganado.
Alejandro puso a un lado el móvil y volvió a abrazar a Ana:—Durmamos juntos.
—
A la mañana siguiente, durante el desayuno, la abuela García llamó.
Primero se interesó por la salud de Ana y luego habló de la suya.
Ambas temían preocupar a la otra.
La conversación se extendió un buen rato.
Cuando estaba por terminar, Ana preguntó si Alejandro quería hablar con la abuela García.
Alejandro miró hacia el teléfono:—Está bien.
Pero la abuela García rechazó de inmediato, —Te vi ayer, no hay nada que decir. Voy a beber agua, tú descansa bien.
El tono de desdén era el habitual, sin atenuarse en lo más mínimo.
De repente, Ana recordó a Patricia, a quien habían encontrado en el estacionamiento el día anterior.
Sintió un apretón en el corazón y rápidamente desvió la mirada.
Después de que Alejandro se fue, Ana sintió que no podía concentrarse en la lectura. Decidió aprovechar para ir al hospital a una revisión médica y luego se propuso comprar un coche. Dejó La Villa Estrella del Mar media hora más tarde.
—
En el concesionario.
Ana observaba los coches sin mucho interés.
Había probado dos vehículos en otros concesionarios y ninguno le había convencido.
Es más fácil adaptarse de una vida austera a una de lujos, pero el camino de regreso de la opulencia a la austeridad es mucho más complicado.
Los coches de Alejandro, a los cuales estaba acostumbrada, no tenían comparación con los que había probado ese día.
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