Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 770

¡Sofía no lo podía creer!

¡Estaba atónita!

Narciso se incorporó con una leve sonrisa en el rostro.

—¿Cómo es posible que el señor esté en mi cama? Yo...— La mente de Sofía zumbaba, y su rostro palidecía como la nieve al recordar las escenas de la noche anterior.

¡No era un sueño!

¡Era real!

Pero la persona con la que había compartido la cama no era Alejito, ¡era Narciso!

Narciso sonrió despreocupadamente. —Fuiste tú quien subió a mi cama anoche, ¿lo olvidaste? No te preocupes, estuve muy contento anoche. Recibirás todo lo que debes.

Sofía, aterrorizada, era incapaz de mirar a Narciso a los ojos.

Bajó la vista y vio las marcas en su cuerpo.

El dolor que sentía en todo su ser le recordaba que no era un sueño.

¿Cómo podía haber subido ella voluntariamente a la cama de Narciso?

¡La persona que amaba era Alejito!

¡Su primera experiencia íntima estaba destinada a ser con Alejito!

¿Cómo pudo ser que...

Narciso bajó de la cama y, con tono complacido, añadió: —Era tu primera vez, eso es excelente. Piensa en lo que quieres y házmelo saber. A partir de ahora, puedes venir a verme seguido; tendrás todo lo que nunca antes habías obtenido.

Sus palabras evidenciaban lo satisfecho que estaba con Sofía.

Pero Sofía no podía pronunciar palabra alguna.

Cuando salió de la villa, aún sentía como si estuviera en un sueño.

Un sueño del que no parecía poder despertar fácilmente.

¿Cómo era posible que solo había ido a cenar y terminara en la cama de Narciso?

Es cierto que había bebido algo de alcohol anoche, pero su tolerancia no era tan baja; también había bebido durante la universidad.

¿Cómo pudo suceder esto...?

Quería darle su primera experiencia a Alejito, esa primera vez que había guardado celosamente hasta ahora, y se había esfumado así...

Mientras Sofía, desolada, subía a un taxi, un coche pasaba por allí.

Dentro del coche, uno de los ocupantes era Eduardo.

¿Valía realmente esa cantidad?

Narciso respondió: —Sí, fue su primera vez.

Cuando Kenia se unió a él en su momento, no fue su primera vez, aunque entonces Narciso estaba fascinado con ella, y si era o no su primera vez no era tan importante.

Tal vez ahora, con la edad, esas cosas le importaban más.

El rostro de Kenia cambió levemente, sin palabras, solo pudo asentir, —De acuerdo, le haré la transferencia.

—

Eduardo salió del departamento de relaciones públicas y se dirigió apresuradamente a ver a Alejandro.

Hace poco, Andrea lo había llamado para mostrarle algunas de las noticias de los últimos días.

Le preguntó si debía intervenir.

Los demás no lo sabían, y los periodistas que escribieron esas noticias tampoco, pero algunos de ellos conocían la situación matrimonial del presidente García.

Cuando era soltero, no importaba tanto.

Ahora, con su estado civil de casado, había que reflexionar cuidadosamente sobre estos chismes.

Eduardo conocía un poco a Patricia y pensó que la última foto en la calle había sido una coincidencia, pero esta vez...