Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 794

¿Sofía tuvo relaciones sexuales con alguien en un hotel?

Inconscientemente, Eduardo piensa que es improbable.

Ahora, Sofía solo tiene ojos para el presidente García; se rumorea que incluso rechazó a Salvador, quien, desilusionado, se comprometió con Lourdes.

¿Ya llegando a este punto, Sofía se iría a un hotel con otra persona para tener sexo?

Si no fue para tener sexo con alguien, ¿entonces por qué fue al hotel?

No hay daño en investigar.

—Continúa investigando, si no encuentras nada, deja de buscar.

—¡Entendido!

—

Hoy, Sofía no fue al hotel.

Debido a la alta percepción de riesgo de Narciso, quien cree que frecuentar hoteles eventualmente traería problemas, hoy le pidió ir a su casa.

Ella se negó, pero fue en vano.

Narciso tiene en su poder todo tipo de videos.

Si borra uno, aún quedan otros.

Los envía uno tras otro, amenazándola.

Ella solo puede ceder una y otra vez, cada vez resistiendo menos a las demandas de Narciso.

No hay mucha diferencia entre unas pocas veces y muchas veces.

Narciso se ha vuelto más generoso con ella, dándole mucho dinero.

Después de que Narciso entró en la casa, miró alrededor: —Esta es la casa que Alejandro te compró, no es muy grande.

No sé qué le pasa últimamente, es como si volviera a su juventud, completamente incapaz de controlar sus pensamientos y su cuerpo, buscando desafíos más excitantes cada vez.

Especialmente ahora que sabe que la casa fue comprada por su hijo para Sofía, tiene aún más ganas de arruinarla aquí.

Sofía mordió su labio inferior, —Fue Alejito quien me la compró.

Pensar en ser amada en la casa que Alejito le compró, la hace sentir impotente. Qué bueno sería si Alejito pudiera venir a salvarla. Si Alejito supiera en qué situación se encuentra ahora, ¿sentiría lástima por ella?

Ahora, no importa lo que haga, no es dueña de sus acciones.

¡Está siendo forzada!

Narciso conocía a Salvador y reconoció su voz, lo que lo hizo intensificar su agarre, —Salvador te quiere, ¿verdad?

—Déjame, él tiene las llaves de mi casa, si entra y nos ve juntos, estamos acabados,— suplicaba Sofía entre lágrimas.

¿No es que Salvador la había ignorado? ¿Por qué de repente venía a buscarla?

Y justo hoy.

¡Ella no podía verlo ahora!

Narciso sonrió: —¿Él tiene las llaves de tu casa? ¿Ustedes dos han tenido relaciones a escondidas?

—No, no hemos tenido nada.

—No importa si han tenido sexo, grita un poco para que él te oiga.— Narciso volvió a estirar la mano y la pellizcó con fuerza.

Sofía apretaba los dientes, lágrimas corriendo locamente.

Salvador, desde fuera, apenas podía oír algunos sonidos.

Pero no podía escuchar claramente.

Lo único seguro era que definitivamente había alguien en casa.