Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 812

—¿Tan pronto han tenido un problema? ¿No es eso demasiado rápido?

Pablo se sintió algo sorprendido.

Había escuchado anteriormente de familias que enfrentaban presencias malignas, pero los problemas no surgían tan rápido.

Generalmente, los eventos ocurrían en el transcurso de un año o varios meses.

A diferencia de la sorpresa de Pablo, Ana estaba tranquila: —No es rápido, la familia Jiménez todavía enfrentará problemas.

Esto es solo el comienzo.

Pablo, con los ojos bien abiertos, exclamó: —¡Dios mío, todavía tendrán problemas? ¿Debería ir a advertirles? Soy compañero de clase de ESO del nieto menor de la familia Jiménez, tal vez mi advertencia podría ser útil.

Ana no dijo nada.

Pablo no actuaba por bondad, sino porque le asustaba la entidad maligna que dañaba a las personas sin ser vista, y que más gente pagaría un precio por ello. Sentía que tenía que hacer algo, o no estaría tranquilo.

Buscó en el chat del colegio durante un buen rato hasta que finalmente encontró la cuenta de WhatsApp de Álvaro Jiménez, el primo de Patricia.

Después de enviar la solicitud de amistad, no fue aceptado inmediatamente.

Pasó más de una hora antes de que fuera aceptado, y Pablo ya estaba en casa.

—Álvaro, no voy a andar con rodeos, ¿han tenido problemas recientemente en tu casa? Mira, tu prima Patricia compró dos antigüedades en una subasta, y ambas son objetos malignos que traerán todo tipo de mala suerte a tu familia, incluso podrían poner sus vidas en riesgo. Sería mejor que los mayores de tu casa visiten a mi abuelo.

Pablo, sin ganas de más charlas, envió directamente un mensaje de voz.

Unos minutos después, Álvaro le respondió.

[Pablo, después de terminar el bachillerato, ¿así que no fuiste a la universidad y te metiste en supersticiones? Sí, nuestra familia ha tenido problemas, pero son accidentes. ¿Es que tu empresa tiene problemas y quieres aprovecharte de nuestra situación para hacer dinero? Desde la escuela no me caías bien, y ahora me pareces más ridículo. Somos excompañeros, te aconsejo que tomes un camino correcto.]

Pablo, al ver la respuesta de Álvaro, se sintió tan frustrado que su boca se torció de ira: —¡Dios mío, debería haberme metido en mis asuntos!

Finalmente comprendió cómo se había sentido su abuelo al advertir a Melchor.

Fue un completo malentendido de las buenas intenciones de alguien.

¿Quién quiere entrometerse en los asuntos familiares de otros?

Era una llamada desde su país.

—Hola.

—Alejandro, soy yo, ¿estás ocupado? ¿Te interrumpo?

El coche estaba tan silencioso que Eduardo pudo oír algo de la conversación; era una mujer.

Y su tono parecía coquetear con el presidente García.

Alejandro no mostró mucho cambio en su expresión: —¿Qué pasa?

—Nuestra casa se incendió a mitad de la noche, y los tres en la familia resultamos heridos; mi padre está gravemente herido. Cuando el fuego empezó, pensé que iba a morir. Solo tenía una idea en mente, no podía simplemente morir así, no solo morir de una manera tan horrible, sino que también tenía algo muy importante sin hacer y unas palabras que olvidé decirte, Alejandro, nunca debí haber dejado Ciudad A.

Patricia casi lloraba mientras decía esto.

El miedo en su tono era evidente.

Un incendio había asustado a la orgullosa Patricia.