Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 828

Alejandro lo entendió todo.

—¿Este es el amuleto de jade de Narciso?

—Sí.

Ana le contó brevemente a Alejandro sobre el encuentro con Belén para ponerlo al tanto de los acontecimientos.

Después de escucharla, Alejandro permaneció en silencio por unos minutos.

Luego, con una risa sarcástica, dijo: —No es de extrañar que en los últimos años pareciera una persona normal, pero en estos dos últimos años ya no lo parecía. Con la influencia de un objeto maligno, su verdadera naturaleza se reveló completamente.

Delante de Ana, Alejandro no ocultó su disgusto por Narciso.

—Probablemente pronto irá a la estación de policía a reclamar objetos perdidos. Creo que tú deberías encargarte de esto. Este tipo de objeto maligno no solo lo afecta a él, sino también a sus seres queridos, y en unos años más, su salud empezará a deteriorarse y pasará mucho tiempo en hospitales. —Ana advirtió.

El rostro de Alejandro se tornó aún más sombrío: —¿Y qué efecto podría tener sobre mí?

Ana miró complicada: —Un camino amoroso lleno de obstáculos, y si en unos años tienes hijos, podría terminar en ruina familiar.

Todos los propietarios anteriores del amuleto de jade han seguido ese camino, sin excepción.

Incluso en el día de su muerte, podrían pensar que simplemente tuvieron mala suerte en la vida y que fueron demasiado indulgentes consigo mismos.

Alejandro la miró, ¿ruina familiar?

Ese resultado obviamente lo tomó por sorpresa.

—¿Entonces el amuleto de jade deberías manejarlo tú? —Alejandro preguntó después de unos minutos en silencio.

—Sí, tengo que encargarme yo, y aparte del amuleto de jade, estoy segura de que la familia García debe tener otros objetos malignos. —Ana especuló.

Parece que ha empezado a entender las intenciones de las sombras que se ocultan detrás.

Intentando desmantelar poco a poco las grandes familias de Ciudad A.

En los negocios, esta persona no puede competir con las grandes familias, solo a través de tramas siniestras e insospechadas puede lograr sus objetivos sin costo alguno.

Qué malévolo.

Alejandro permaneció en silencio unos minutos más: —Déjame organizarlo, este asunto te dará trabajo.

Ana, con la cabeza baja, respondió: —No es nada, los problemas de él también afectan a Marta.