Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 858

Ella no le dio mucha importancia.

Había muchos amigos en el club social.

Pero lo que Ana no esperaba era que Alejandro regresara a la mañana siguiente.

Estaba algo ebrio.

Caminaba como si pisara espuma.

—¿Estás borracho? —Le preguntó ella.

Alejandro, que rara vez bebía hasta el punto de tambalearse, sostuvo el rostro de Ana con ambas manos y le dio un beso fuerte en los labios.

Ana no esperaba ese gesto: —¿Qué haces?

—Te extrañaba.

Dijo Alejandro con énfasis, y la besó de nuevo.

Ana no tenía suficiente fuerza para resistirse ante él.

Alejandro frente a ella era como un muro impenetrable.

El beso dejó a Ana con la mente en desorden.

Además, Alejandro conocía muy bien su cuerpo y comenzó a tocarla de manera desordenada.

Alejandro borracho era un loco.

Pasaron una mañana frenética en la cama.

Las sábanas estaban un desastre.

En el suelo, había varios preservativos usados esparcidos.

Ana tardó en recuperar su estado normal y no sabía cuánto tiempo había estado distraída después de que todo terminara, mirando el rostro dormido de Alejandro, quien la abrazaba fuertemente, y se sintió nuevamente desconcertada.

Habían hecho el amor con tal locura que él había pronunciado su nombre varias veces.

Con una mirada concentrada y llena de amor.

Rápidamente fue a verificar la cámara de seguridad de la entrada.

La persona que estaba en la puerta era Patricia.

¿Ya había sido dada de alta del hospital?

Ana abrió la puerta para dejar entrar a Patricia.

Pero Patricia se quedó en la entrada y, en lugar de entrar, agitó la bolsa que llevaba hacia la cámara.

¿Había venido a traer algo?

Al ver esto, Ana salió.

Cuando Patricia vio que la persona que salía era Ana, la sonrisa en su rostro se tensó por un momento.

En los últimos días, Melchor y Carolina le habían recordado que Ana no era la chica común que ella imaginaba. Decían que una chica con cualidades destacadas como Ana, si Alejandro realmente la tenía viviendo en la Villa Estrella de Mar, podría significar que él estaba realmente enamorado.

Ella decía que no le importaba y mostraba confianza en sí misma.