Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 859

Pero...

En ese momento, al ver a Ana, Patricia recordó las disculpas y súplicas que había ofrecido frente a ella.

Ese había sido el momento más humillante de su vida.

Se tomó un breve momento para ajustar su estado mental y, cuando volvió a mirar a Ana, adoptó su habitual actitud de noble y altiva señorita: —¿Alejandro no ha vuelto? —Preguntó.

No preguntaba si estaba en casa, sino si había regresado.

Ana comprendió de inmediato, parecía que Alejandro y Patricia se habían visto la noche anterior.

—Sí, ha vuelto, está durmiendo, ¿quieres que lo llame? —Preguntó Ana.

Al ver la calma de Ana, que no mostraba ningún atisbo de ostentación, Patricia se sintió aún más incómoda.

Preferiría que Ana se jactara de su relación con Alejandro.

—No hace falta, no durmió bien anoche y, además, bebió bastante, no quiero molestarlo. Esto es un regalo que les di a unos amigos anoche, él olvidó el suyo en el club, así que aproveché para traerlo.

Patricia le pasó la bolsa a Ana.

Ana la recibió y luego se dio la vuelta para regresar.

—Espera. —Dijo Patricia, deteniendo a Ana.

Ana se detuvo y se volvió: —¿Algo más?

—¿Cuánto te paga Alejandro al mes? —Patricia miró fijamente a Ana.

Después de hacer la pregunta, se arrepintió un poco, pero también sintió que no podía dejar las cosas así, sin más.

Cada vez que veía a Ana, la inquietud en su corazón aumentaba.

Ana frunció el ceño: —Si tienes alguna duda o pregunta sobre mi relación con Alejandro, deberías preguntarle directamente a él.

En estos días, la comunicación entre personas es muy fácil.

Si Patricia tenía tantas dudas, ¿de qué servía andar con rodeos? Mejor preguntarle directamente a Alejandro.

Ana no tenía una buena impresión de Patricia.

No pasó mucho tiempo antes de que Sofía contestara.

—Sofía, ¿conoces bien a Ana? —Patricia no tenía paciencia para hablar mucho con Sofía y preguntó sin rodeos.

La voz de Sofía sonaba cansada: —¿Ana? Ella es muy astuta. Te darás cuenta después de unas cuantas interacciones con ella. Utiliza cualquier truco bajo la manga para seducir a Alejandro, solo cosas que tú no podrías imaginar. Te aconsejo que tengas cuidado con ella.

—La última vez mencionaste que Alejandro siente algo especial por ella, ¿es amor? ¿O... su relación no es solo de mantenimiento, sino que son novios? —Patricia especulaba audazmente.

Solo una relación equitativa como la de novios podría darle a Ana esa confianza para enfrentarse a ella de esa manera.

Sofía pareció perderse en sus pensamientos y, después de un largo silencio, continuó: —No son novios. De todos modos, debes tener cuidado, de lo contrario, Alejandro seguramente establecerá límites contigo por ella.

—Gracias por compartir esto conmigo hoy, me has ayudado a entender mejor a Ana. —Dijo Patricia con tono calmado.

Justo cuando Patricia estaba a punto de colgar, Sofía rápidamente añadió: —¿Podrías hacerme un favor?

Patricia entrecerró los ojos, pensando que, aunque no le gustaba Sofía, podría ser útil tenerla cerca, especialmente porque había crecido al lado de Alejandro, y entonces dijo: —Dime, si puedo ayudarte, lo haré.

—Organiza un encuentro con Salvador, usa cualquier excusa, solo no menciones mi nombre. Tenemos algunos malentendidos y quiero hablar con él en persona. —Solicitó Sofía.