Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 863

Ambas hablaban y reían, sin notar la presencia de Patricia.

Cuando se acercaron, recién entonces vieron a Patricia.

El sorriso en el rostro de Ana se desvaneció.

Patricia no dijo nada, solo asintió con la cabeza hacia Ana.

Ana también asintió.

Beatriz no conocía bien a Patricia, no la había visto mucho antes, solo la había visto en varias noticias, por lo que no la saludó.

Después de caminar una cierta distancia, Beatriz le susurró a Ana: —He oído hablar de Patricia, es una persona muy orgullosa, tiene expectativas muy altas hacia los demás. Cuando la veas, trata de no interactuar demasiado con ella, creo que no es alguien con quien quieras meterte.

Ana respondió sin profundizar en el tema de Patricia.

Después de separarse de Beatriz en la calle, Ana regresó a trabajar.

Mientras tanto, Patricia, en la entrada del centro comercial, observaba en silencio cómo Ana entraba al edificio del Grupo Pérez.

Ella se veía muy callada, sin mostrar qué estaba pensando.

Mucho tiempo después, fue el repentino sonido de su teléfono lo que la hizo reaccionar.

—Kenia. —Patricia frunció el ceño.

¿Por qué Kenia le estaba llamando otra vez?

No le gustaba nada esta madrastra de Alejandro, que venía del mundo del cine y siempre actuaba de manera falsa y calculada, era imposible no sentir aversión.

—Antes no te lo habíamos dicho porque pensábamos que Alejandro no aceptaría a Ana y que se divorciaría de ella, pero ahora no podemos dejar de contártelo, Alejandro y Ana se casaron hace más de medio año.

La voz de Kenia se escuchaba lentamente, y Patricia se quedó impactada, el sonido en sus oídos parecía un zumbido: —¿Qué dijiste?

—Tengo un plan para ayudarte a reconciliarte con Alejandro, solo necesitas seguir mis consejos...

Kenia siguió hablando, pero Patricia estaba tan atónita que no escuchó el resto de lo que dijo.

Mientras descansaba tomando su café, no pudo evitar pensar nuevamente en Sofía.

Después de pensar un poco, contactó al asistente Eduardo.

—Señora Ana, ¿me necesita para algo? ¡Dígame! —El asistente Eduardo dijo con una sonrisa.

Ana no pudo evitar reír: —No es que necesite algo, pero sí quería preguntarte algo, cuando Sofía trabajaba en su empresa, ¿hubo alguna oportunidad de que pudiera acceder a la oficina de Alejandro?

—¿La señora Ana sospecha que Sofía está siendo utilizada, verdad? En la oficina del Presidente Alejandro no hay nada nuevo, él ha estado muy pendiente de la disposición de su oficina en los últimos dos meses. Pero, puedo echar un vistazo más a fondo, y si es necesario, revisaré algunas grabaciones de las cámaras desde que Sofía entró a la empresa. —El asistente Eduardo tampoco se atrevió a hablar con total certeza.

Si Sofía pudo haberse relacionado en secreto con el padre del Presidente Alejandro, no sería imposible que ocurrieran otras cosas igualmente inesperadas.

El asunto involucraba al Presidente Alejandro, por lo que debía ser tratado con mucha cautela.

Ana conocía la habilidad del asistente Eduardo, así que respondió con tranquilidad: —Está bien.

Justo cuando Ana estaba a punto de colgar el teléfono, el asistente Eduardo de repente dijo: —Si la señora Ana está preocupada por el Presidente Alejandro, podría venir a la empresa y verlo personalmente, tal vez yo no sea tan observador, y si llego a pasar por alto algo...