Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 867

Jugando de manera muy abierta.

Pero no era necesario decirlo y ensuciarle los oídos al Presidente Alejandro.

—¿Alrededor de los 70 años? ¿Ya encontraron al responsable? —Preguntó Alejandro con voz fría.

En los últimos incidentes, casi todos los objetos malignos provenían de hombres de alrededor de 70 años.

El asistente Eduardo negó con la cabeza: —Estamos investigando, y deberían haber resultados pronto. En cuanto a las pruebas y fotos de Kenia en la habitación de un hotel con alguien, tenemos nuevas evidencias. ¿Deberíamos mostrárselas a la familia del Presidente Alejandro?

Si esas fotos se filtraran, el matrimonio falso entre Narciso y Kenia terminaría de inmediato.

Alejandro entrecerró los ojos fríos, guardó silencio por unos segundos y luego dijo: —No hace falta por ahora, manténlas bajo vigilancia.

—¡Entendido!

...

El asistente Eduardo había encontrado rastros de Salvador en el Instagram de Sofía.

El hombre y la mujer estaban tomados de la mano.

Solo era una foto, sin ninguna leyenda.

Pero todo indicaba la relación entre los dos.

¿Qué tipo de amigos se toman de la mano de esa manera?

Lo que le permitió reconocer la mano de Salvador fue que llevaba un anillo, algo que había notado la última vez que cenaron juntos.

¿Quién es la persona que Sofía realmente quiere?

Dudó si debía advertir a Salvador.

Salvador ya estaba comprometido, ¿por qué seguía obsesionado con Sofía?

Además, ¿por qué Sofía publicó esa foto en Instagram? ¿Era para que el Presidente Alejandro la viera?

¿O tenía otro propósito?

Después de todo lo que había pasado, Sofía parecía no haber aprendido la lección.

Alejandro tenía un compromiso esa noche y llegó tarde.

Cuando vio a Ana vestida con ropa cómoda de casa, viendo televisión, se acercó y le pasó lo que llevaba en las manos.

Ana, al ver el paquete, preguntó: —¿Es para mí?

—Lo compré en el camino, cómelo. —Respondió Alejandro con una voz algo rígida.

En el camino de regreso, frente a una tienda, había una larga fila. El asistente Eduardo había comentado que ahora a las mujeres les encantaba esta cadena de tiendas que vendía productos de pato.

Este gesto atento de comprar un snack sorprendió a Ana.

Abrió la bolsa, que contenía los famosos bocadillos de cuello de pato, entre otras cosas.

Eran perfectos para acompañar con cerveza mientras veía televisión.

Ana tragó saliva y levantó la vista, sus ojos brillando: —¿Quieres comerlo conmigo?

Alejandro pareció deslumbrado por la luz en los ojos de Ana, bajó la mirada y dijo: —Voy a ducharme primero.