Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 921

Patricia mordió su labio inferior, pálida: —No creo que Alejandro vaya a enfrentarse conmigo por Ana. Seguramente no soy menos importante para él que Ana.

Al ver que Patricia aún no reconocía la realidad, Valentín se sintió algo impotente y decidió no seguir aclarando el asunto, sino enfocarse en resolver el problema inmediato: —Necesitamos encontrar a alguien que controle a Carlos para que no hable de esto, que no mencione bajo ninguna circunstancia que vino a ciudad A por tu indicación.

En estos años, Alejandro ha sido despiadado, incluso sus otros familiares le temen mucho. Aunque ustedes, la familia Jiménez, son poderosos en ciudad A y no temen a las represalias de Alejandro, es mejor desvincularse y no dejar cabos sueltos. Además, si en el futuro tú y Alejandro siguen juntos, sería mejor que este asunto no se convierta en un problema entre ustedes, algo que podría afectar su relación.

Patricia frunció el ceño: —Lo sé.

Valentín asintió.

Un rato después, Patricia de repente preguntó: —¿Carlos llegó a tener relaciones sexuales con Ana? Después de tanto tiempo y habiéndole dado drogas, Carlos debió haber tenido relaciones con ella, ¿no? Si Alejandro viera a Ana teniendo relaciones con su exnovio, definitivamente le importaría.

Valentín se quedó estupefacto al oír eso.

De repente sintió que su prima, aunque despreciativa y siempre altiva, en realidad era alguien sin mucha habilidad.

Parecía que nada le importaba, pero en realidad se preocupaba mucho por lo que ocurría en su interior.

—Probablemente no. Si hubieran tenido relaciones, ahora no sería tan simple como que la policía se llevara a Carlos.

Valentín habló con certeza.

Desde aquí se podía ver claramente cómo Alejandro protegía muy bien a Ana, llevándola con cuidado y precaución al coche.

El hecho de que encontrara a la gente tan rápido muestra cuánto se preocupa Alejandro.

Patricia mordió su labio, frustrada: —¡Carlos realmente es más propenso a arruinar las cosas que a resolverlas! Si no me hubiera dicho él mismo cuánto lo amaba Ana antes, ¡nunca le habría permitido venir a ciudad A!

—No es momento de hablar de eso ahora. Tienes que utilizar las conexiones de la familia Jiménez para arreglar esta situación inmediatamente. —Dijo Valentín al ver que Patricia aún no comprendía lo grave que era el asunto, frunciendo el ceño y dándole una advertencia.

Patricia se calmó, y con una expresión furiosa sacó su teléfono móvil y realizó una llamada.

Tras recibir la respuesta del otro lado, le dijo a Valentín: —Por suerte, cuando hice venir a Carlos a ciudad A ya había preparado otras opciones. Pensaba que no serían necesarias, pero al final, Carlos resultó ser inútil.

—¿Cómo puede Ana ser tan desalmada? Después de tantos años de relación con Carlos, ¿puede simplemente decir adiós y marcharse sin más?

Lo primero que vio fue a Alejandro sentado en el sofá.

Estaba mirando su teléfono móvil, probablemente ocupándose de algún trabajo, y le estaba dando instrucciones en voz baja: —Si no me traen una propuesta que me satisfaga, todo su departamento puede irse al diablo.

Con tan solo escuchar sus palabras, se podía notar que Alejandro estaba molesto.

Ana recordó la escena antes de quedarse inconsciente, Alejandro había llegado justo a tiempo.

Solo de pensar en lo que habría sucedido si él no hubiera aparecido, un escalofrío recorrió su cuerpo.

Estaba más asustada que cuando fue engañada por Kenia y los demás.

De repente, Alejandro levantó la vista y la miró.

Al encontrarse con su mirada, dejó el teléfono a un lado: —¿Ya despertaste? ¿Cómo te sientes ahora?