Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 959

Ana ya sabía de los planes de Alejandro. —Está bien.

—Estos dos días con Beatriz, si pasa algo, llámame de inmediato—, le advirtió Alejandro nuevamente.

Ana sonrió: —¿Te preocupas por mí?

Podía ver que Alejandro no estaba del todo tranquilo al dejarla.

Después de todo, estaban en el extranjero.

Alejandro no lo ocultó y admitió directamente: —Sí.

—Me cuidaré, tú concéntrate en tu trabajo—, dijo Ana, sintiendo un poco de tristeza al despedirse.

—Sí.

Mientras hablaban, Beatriz llegó al hotel.

Ana fue a abrir la puerta.

Hacía casi dos meses que no se veían, y al abrir la puerta, Ana casi no reconoció a Beatriz.

Beatriz había adelgazado mucho.

Sin embargo, no se había bronceado demasiado.

Su cabello había crecido un poco, llegándole ya a los hombros.

—¿Cómo, no me reconoces?— Beatriz comenzó a reír.

Se acercó y abrazó a Ana. —¡Te extrañé tanto!

Ana dijo: —Has adelgazado.

Beatriz expresó de inmediato su resignación: —Si te quedas aquí dos o tres meses, te garantizo que podrías adelgazar de más de noventa libras a ochenta y tantas. Los restaurantes aquí están bien para comer unas cuantas veces, pero no es como el sabor de casa, ahora todo lo que como no tiene sabor.

Mientras hablaba, vio a Alejandro.

Alejandro las observaba a ella y a Ana, y Beatriz le aseguró de inmediato: —No te preocupes, estos dos días cuidaré bien de Ana, asegurándome de que coma bien, beba bien y se divierta.

Alejandro arqueó una ceja.

Claramente escéptico ante las palabras de Beatriz.

¿Realmente podrá lograrlo?

Alejandro asintió, —Sí.

La mirada de Beatriz recorrió a ambos.

Una vez abajo, al subirse al coche, Beatriz dijo: —Tu relación con Alejandro ha avanzado mucho últimamente, se puede ver que cuando te fuiste conmigo, él estaba renuente a dejarte ir. Y también le preocupaba que yo no te cuidara bien, que te dejara hambrienta hasta adelgazar.

Ana sonrió: —Es normal entre esposos. Pero dejemos de hablar de mí, hablemos de ti, ¿este coche lo organizó el señor Mauricio?

—Señor Mauricio y yo tomamos unas vacaciones, él sabía que vendrías y organizó este coche, estos dos días nos desplazaremos en él. Debo decir que señor Mauricio es realmente un buen jefe. Definitivamente es uno de esos buenos jefes y un gran ídolo—, Beatriz no escatimó elogios.

El conductor del coche, también español, al oír los elogios hacia Mauricio, se unió a la conversación: —¡Señor Mauricio es realmente una buena persona! A pesar de ser una megaestrella, no tiene nada de arrogante. A mi familia le encanta ver sus películas, realmente cada una es una obra maestra, y su actuación es especialmente impresionante.

—Yo también soy fan de señor Mauricio, sin duda tiene un gran talento para la actuación—, respondió Ana al conductor.

Esto también era lo que ella realmente pensaba.

Además, en los ojos de Manuel, lo que más admiraba de sus mayores era a Mauricio, y cuanto más tiempo pasaba en el mundo del espectáculo, más admiraba a Mauricio.

Estas eran palabras que Manuel le había dicho.

Luego, mirando a Beatriz, recordó lo que Beatriz había mencionado hace poco sobre una escena particularmente emocional que había compartido con Mauricio, quizás el amor de Mauricio por Beatriz ya era bastante evidente.