Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 961

Ana observó a Beatriz conteniendo una sonrisa y supuso que la razón por la que tanto Bruno como Beatriz habían adelgazado era la misma.

Luego dirigió su mirada hacia Mauricio, quien siempre había controlado su figura y que ahora parecía no haber cambiado en comparación con cómo estaba en su país.

Bruno, un experto en asados, les dijo a Ana y Beatriz: —¡Solo esperen media hora más, a lo mucho media hora, y ya tendré todo listo!

Beatriz se acercó y exclamó: —¡Qué delicia!

—¿Verdad que sí? Desde pequeño me encantan el asado y la carne a la parrilla. Todas estas especias me las envía mi pueblo natal, son definitivamente deliciosas.

Beatriz asintió repetidamente, demostrando ser una aficionada a la buena comida: —¡Se ve que está delicioso!

Ana y Mauricio estaban parados al lado.

Cada uno sostenía un jugo diferente.

Ana notó que Mauricio no dejaba de mirar a Beatriz, y cuando vio a Beatriz casi salivando por los pinchos de carne, él curvó ligeramente su labio en una mueca de afecto.

Su mirada hacia Beatriz era inequívocamente especial.

—Señor Mauricio, ¿le gusta Bea, verdad? No como un jefe a su empleada, sino como un hombre a una mujer,— preguntó Ana.

Al oír esto, Mauricio tomó un sorbo de su jugo antes de poner el vaso sobre la mesa y desviar su mirada de Beatriz. —¿Es tan obvio?

—Sí, puedo sentirlo,— asintió Ana.

Mauricio habló con un tono suave, bajando un poco la voz, —¿Cuánto tiempo cree que necesitará ella para aceptar una nueva relación?

Ana no esperaba que Mauricio admitiera sus sentimientos tan directamente. —¿Sabe algo sobre lo de ella y Bryan?

—Se han divorciado. Con el carácter de Beatriz, ella no volverá a tener nada que ver con Bryan,— afirmó Mauricio con certeza.

Era evidente que Mauricio conocía bien a Beatriz.

Ana aún estaba preocupada: —Señor Mauricio, si sus sentimientos por Bea son sinceros, o es solo porque se siente solo durante el rodaje y busca compañía en ella. Señor Mauricio, Bea es sencilla y bondadosa, no como algunas mujeres que saben cómo manejar a los hombres. Ella acaba de ser herida, no puede ser lastimada por ningún sentimiento otra vez.

Ella sabía que Mauricio no hablaba a la ligera, porque Beatriz había estado locamente enamorada de Mauricio, por lo que Ana solía seguir todas las noticias sobre él.

Actores como Mauricio, que mantienen una conducta íntegra, son raros en la industria del entretenimiento.

Incluso Manuel, que también está en el negocio del espectáculo, decía que Mauricio era diferente de otros artistas.

Beatriz se acercó corriendo: —¿De qué están hablando? ¿Está bueno el jugo? Escuché al señor Bruno decir que todos los jugos están hechos con frutas frescas del huerto.

Inicialmente quería beber alcohol, pero al ver que Ana y el señor Mauricio estaban tomando jugo, optó por tomar un vaso también.

—Está delicioso, lleno de sabor a fruta,— respondió Ana.

Mauricio levantó otro vaso de jugo y se lo pasó: —De mango, pruébalo.

—¡Amo el mango! Gracias, señor Mauricio,— Beatriz dejó su jugo de naranja y tomó el de mango que Mauricio le ofreció.