Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 966

Beatriz no quería interrumpir la comida de todos, así que salió a responder una llamada.

—Bryan.

—Estoy en el país de Piedraplata, nos vemos hoy.— La voz de Bryan llegó del otro lado.

¿Cómo es que volvió a Piedraplata?

Apenas había regresado con Rocío hace unos días.

Beatriz miró hacia atrás a las tres personas que seguían comiendo y luego habló en voz baja: —Hoy no puedo verte, Ana llegó a Piedraplata y voy a estar con ella estos días. Cualquier cosa, hablemos por teléfono.

Bryan insistió: —No se puede hablar por teléfono, ¿dónde estás ahora?

—Estoy con Ana, Bryan, creo que realmente no tenemos nada de qué hablar, la comida se va a enfriar, voy a comer.— Beatriz dijo y estaba a punto de colgar.

Bryan inmediatamente la detuvo, —Espera, ¿estás con Mauricio?

Beatriz respondió que sí.

Bryan dijo fríamente: —Necesito verte hoy, de lo contrario habrá consecuencias inesperadas.

—¡Bryan! ¿Qué estás tratando de hacer? Te dije que Ana llegó, quiero pasar un par de días con ella, ¿por qué insistes en verme? La última vez ya deberíamos haber dicho todo lo que teníamos que decir, no hace falta repetirlo.— Beatriz sentía que cada vez entendía menos a Bryan.

Las últimas veces que se vieron, siempre terminaron mal.

Tenían mucho que aclarar, pero no podían hacerlo.

—Además, ya estamos divorciados, Bryan.

Bryan respiró hondo: —Me arrepiento, no deberíamos habernos divorciado.

La última vez Bryan había dicho lo mismo.

Pero ella también había dicho que no tiene sentido arrepentirse, si ya estaban divorciados, no podían volver a estar juntos.

Ella ya había minimizado el daño que ese matrimonio le había causado, pero eso no significaba que el daño había desaparecido.

Bruno fingió no notar el cambio emocional en Beatriz.

Después de sentarse, Beatriz miró los panes que antes pensaba que podría comerse dos de una vez, pero de repente perdió el apetito.

Aun así, se forzó a comer otro más, —Ya estoy llena.

Ana también había terminado de comer.

Después de la comida.

Mauricio y Bruno acompañaron a ambas en un paseo por el jardín de la hacienda.

El jardín era extenso, y sin darse cuenta pasaron más de dos horas caminando y todavía no lo habían recorrido todo.

Luego fueron al huerto a recoger algunas frutas frescas.

Después, con las frutas frescas en mano, visitaron un pequeño sitio turístico cercano.