Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 995

Eduardo se quedó perplejo por un momento, luego se apresuró a decir: —¿Acaso la señora ha malinterpretado al Presidente Alejandro? Él y la Señorita Patricia no mantienen ninguna relación; algunos rumores son simplemente falsos.

Al escuchar a Eduardo defender a Alejandro, Ana prefirió no decir nada más.

Si realmente no hay relación alguna, ¿por qué se apresura tanto Alejandro cuando Patricia visita el hospital?

Ella no es tan ingenua.

Viendo que Ana solo sonreía sin añadir más, Eduardo sintió un escalofrío, percibiendo que algo no estaba bien. —La llegada de la Señorita Patricia a El país de Piedraplata fue pura casualidad, así como el hecho de que nos hospedáramos en el mismo hotel. Puedo asegurar que entre la Señorita Patricia y el Presidente Alejandro no hay ninguna relación.

Esta afirmación incluso le sonaba a él como si tuviera la conciencia culpable.

Después de todo, el Presidente Alejandro había visto a Patricia apenas ayer y se encontraron nuevamente esta mañana.

Antes, Eduardo podría haber confirmado que el Presidente Alejandro no mostraba interés en Patricia, pero las acciones de los últimos días lo habían dejado confundido.

—¿Ah sí?— replicó Ana.

Pero ella no interrogó a Eduardo sobre el asunto entre Alejandro y Patricia.

La actitud de Eduardo ya lo había dejado claro.

—¿A cuánto ha subido su fiebre?— preguntó ella.

Eduardo respondió rápidamente: —Ya alcanzó los 38.7 grados, no se ha medido recientemente, pero creo que debe estar más alta.

—¿Hay medicamento para la fiebre?

—Sí, Cipriano me pidió que lo preparara.

Ana asintió, —Ve a buscar el medicamento para la fiebre, yo revisaré su estado.

Después de abrir la puerta y entrar, vio a Alejandro acostado en la cama.

Estaba envuelto en una manta, mostrando solo su cabeza.

Probablemente sentía frío debido a la fiebre alta.

A pesar de sentirse mal por la fiebre, todavía se resistía a tomar medicamentos.

La última vez que Alejandro estuvo en el hospital, ella notó cuánto le disgustaba tomar medicamentos.

Alejandro frunció el ceño de nuevo, —¿Medicamento?

Esta vez no rechazó la idea, sino que preguntó.

Ana nunca había visto a alguien que detestara tanto ir al hospital y tomar medicamentos, pero con la experiencia anterior, esta vez le fue fácil manejar la situación, —Bea tenía fiebre esta mañana y pensó que no era nada serio, pero terminó sin fuerzas. Después de tomar el medicamento, ahora está mucho mejor y probablemente se recuperará después de descansar esta noche. Mañana se sentirá mucho mejor. ¿No querrás seguir teniendo fiebre repetidamente hasta mañana o pasado, verdad? De camino aquí, revisé los síntomas de la gripe que tienen ahora, y el ciclo febril dura dos o tres días, es bastante molesto.

—Entonces, mejor toma el medicamento, intenta controlarlo un poco.

Al final de su explicación, el tono de Ana se volvió mucho más suave y calmado.

Especialmente después de escucharla, Alejandro, quien se había sentido oprimido todo el día, se sintió de repente mucho más claro y aliviado.

Aprovechó la oportunidad para hacer una petición: —Tomaré el medicamento, pero ven y quédate a dormir conmigo, hace mucho frío y no puedo dormir.

Ana bajó la vista hacia Alejandro.

Ella pensaba que Alejandro era bastante descarado.

En ese momento, Eduardo abrió la puerta y entró, diciendo: —Señora, encontré el medicamento.