Mi Pareja Tiene Dos Lobos romance Capítulo 46

La Perspectiva de Catherine

A la mañana siguiente me despertó el

despertador. Hedwig dormía profundamente a mi lado, así que me levanté de la

cama sin hacer ruido.

Mientras me lavaba en el baño, me miré en

el espejo y me vino el recuerdo del beso de Blake de la noche anterior.

Me cepillé los dientes con más fuerza. ¡Qué

asqueroso fue el beso de ese imbécil!

Después de refrescarme, cogí a Hedwig de la

mano y la llevé escaleras abajo.

Noah estaba sentado frente a la mesa del

comedor con Blake. Llevaba un traje noble hecho a medida para niños. Blake

peinó hacia atrás el pelo corto de Noah. En ese momento, el padre y el hijo

compartían el mismo peinado y ropa. Eran parecidos de pies a cabeza.

Incluso su gesto al sentarse tenía el mismo

aire de ferocidad y dominio.

Me quedé sin palabras.

¿En qué estaba pensando ese hombre? ¿Cómo convirtió a mi lindo hijo

en un aspecto maduro como el suyo?

"Mamá, quiero dormir un rato más. Por

favor, déjame subir. Te lo prometo, sólo un rato...". Hedwig era una

dormilona. Me suplicaba con voz dulce.

"Hedwig, verás, tu hermano se ha

levantado. Debes ir a la escuela con él. Pórtate bien". Me negué

solemnemente. No podía aguantar que fuera perezosa.

Los ojos oscuros de Blake nos recorrieron.

Se levantó rápidamente, caminó hacia Hedwig y se puso en cuclillas frente a

ella. "Hedwig, ¿qué te pasa? Parece que aún no te has despertado. ¿No

dormiste bien sin papá anoche?".

"Papá, quiero dormir un rato más. Mamá

no me deja...". Hedwig se sintió inmediatamente agraviada y sus ojos se

pusieron rojos.

"Ven con papá. Te abrazaré mientras

desayunas, ¿vale?", preguntó Blake suavemente.

"Papá, eres tan bueno. Quiero a

papá". Hedwig abrió inmediatamente sus manitas, a punto de abalanzarse a

los brazos de Blake.

Sin embargo, la jalé sin piedad hacia

atrás. Miré a Blake y le dije seriamente: "¿Puedes dejar de satisfacer

cada solicitud de Hedwig? De esta manera la malcriarás. Si se acostumbra, será

más difícil disciplinarla."

"¿Qué hay de malo en que la pongas en

mis brazos? Hedwig aún es una niña, así que no puedes esperar que obedezca las

normas como un adulto", replicó Blake.

Sentía que Blake echaría a perder a Hedwig

tarde o temprano si seguía tratándola así.

Noah se acercó despacio y dijo: "Papá,

mamá, los platos se enfrían".

Entonces, Noé agarró la manita de Hedwig y

le dijo: "Ven aquí. Comeré contigo. No molestes a mamá, ¿vale?".

"Noah, eres el mejor". Hedwig

sonrió inmediatamente como una tonta y siguió a Noah hasta la mesa del comedor.

Hoy tenía que ver a clientes, así que no

quería arruinar mi estado de ánimo discutiendo con Blake. Me senté en la mesa

del comedor y empecé a comer.

Mientras desayunaba, eché un vistazo al

nuevo peinado de Noah. Finalmente, no pude evitar alargar la mano para tocar la

cabeza de Noah.

"Mamá, ¿por qué me has despeinado? No

me resultaba fácil peinarme hacia atrás como papá". El rostro de Noah

también?". Noah se puso contento mientras sus grandes ojos brillaban.

Blake asintió. "Por supuesto. Son mis

hijos. Para lo que tenga Hedwig, tendrás lo mismo. Son iguales a mis

ojos".

Terminé mi desayuno en silencio y me puse

de pie. "Los dos, vayan rápido a la escuela. Recuerden, escuchen al maestro

y no causen problemas. Noah, no molesten a ninguna niña en tu clase.

¿Entendido?".

Noah se encogió de hombros. "Mamá, no

te preocupes. Te lo he explicado muchas veces. Yo no les intimidé. Querían

jugar conmigo y luego lucharon por el derecho a quedarse conmigo".

"Mamá, puedo dar fe de Noah. Se

pelearon entre ellos para ver pintar a Noah". Hedwig temió que Noah fuera

agraviado y lo defendió de inmediato.

"Bueno, intenta evitar esto a partir

de ahora". Le recordé a Noah porque esas cosas habían pasado más de una

vez.

"Bueno, pórtate bien. Tengo que

trabajar ahora, así que no tengo tiempo para ocuparme de tus problemas".

"Estoy libre. Si Noah se mete en líos,

los arreglaré por él. Noah estará bien", dijo Hedwig inteligentemente.

Sonrió y se apoyó en los brazos de Blake.

Blake le frotó la cabeza con cariño.

"Hedwig tiene razón. No me temo a los problemas. Me preocupo por ustedes

dos".

¡Qué raro! No sabía nada sobre cómo enseñar a los niños. Ayudar al

niño a desarrollar un buen hábito no podía hacerse en un día. Pensaba que era

fácil ahora. Si Noah y Hedwig le causaban problemas algún día, Blake lamentaría

sus palabras.