Mi Pareja Tiene Dos Lobos romance Capítulo 58

La Perspectiva de Catherine

Blake llevó a Noah y Hedwig de compras al centro comercial hoy. Después de regresar, yo pude trabajar tranquila por un rato.

Estaba empezando a oscurecer. Estaba dibujando en mi habitación cuando escuché la voz alegre de Hedwig desde lejos. Supuse que estaba feliz porque había comprado muchos juguetes.

Dejé el bolígrafo y me dirigí rápidamente a la puerta.

Cuando abrí la puerta, un cuerpo suave y delicado se abalanzó sobre mí. Se abrazó a mi pierna. "Mamá, baja ahora...".

Uno de mis dedos estaba firmemente agarrado por su pequeña mano. Ella me tiraba hacia abajo con fuerza.

Sonreí al ver lo emocionada que estaba Hedwig.

Mientras los niños se divirtieran, no diría que no a que salieran más con ese hombre.

En el salón, en lo alto del techo, un enorme candelabro estaba encendido, y las luces eran brillantes.

Vi al hombre sentado en el sofá. Volvió la cabeza y me miró. Nuestros ojos se encontraron solo por un segundo antes de que bajara rápidamente la cabeza y mirara las escaleras.

"Mamá, ven a ver. Papá te ha comprado un montón de regalos. Te van a encantar". Hedwig tiró de mi mano y caminó hacia el sofá del salón.

Fruncí un poco el ceño cuando Hedwig dijo que Blake había comprado esos regalos.

¿Qué pretendía? ¿Por qué me compraba regalos? ¿Intentaba sobornarme?

"Noah, abre la mochila y enséñaselas a mamá", le instó Hedwig a Noah con gran alegría.

Observé cómo los dos niños abrían sus bolsas y sacaban las cosas una por una. Todas eran cajas pequeñas y exquisitas en todas las formas. En cada caja, había joyas brillantes, desde pulseras, collares, anillos hasta pendientes.

"¿Qué son estas?". Me quedé atónita. Admití que nunca había visto diamantes tan grandes en mi vida, ni tantas joyas. Sin embargo, al siguiente segundo, clavé mis ojos en Blake con seriedad. "¿Estos los compraste tú para mí?".

Blake echó un vistazo a las cajas que había sobre la mesa y sus finos labios se curvaron ligeramente. "No he sido yo. Los niños me pidieron que se las diera".

"Mamá... ¿No te gustan? No fue fácil para Noah y para mí conseguirlas para ti...". Hedwig habló en voz baja. Al no ver una sonrisa feliz en mi rostro, se sintió un poco nerviosa. Inmediatamente, tiró con cuidado de la esquina de mi ropa.

Ignoré la mirada asustada de Hedwig y seguí mirando fijamente a Blake. "¿Qué estás haciendo? ¿Intentas demostrar lo rico que eres? Sabes que no aceptaré nada de ti".

El rostro de Blake se volvió instantáneamente sombrío. Trató de ser paciente y dijo: "Ya te lo dije. Yo no fui quien eligió estas cosas para ti. Los niños pensaron que las necesitabas, así que las recogieron para ti".

Tenía la cara rígida y me volví lentamente para mirar a Noah, que permanecía en silencio a mi lado.

"Noah, ¿es idea tuya?". Estaba seguro, de hecho. Hedwig no era tan lista como Noah, y no se le podía ocurrir un plan tan complejo. Debe haber sido Noah.

Noah levantó inmediatamente la cara y se rió secamente. "Mamá, pensé que te gustarían. Papá los compró de todos modos. Así que podrías llevártelos".