Mi Pareja Tiene Dos Lobos romance Capítulo 59

La Perspectiva de Catherine

"Hedwig, Noah, vengan a lavaros las manos", les dije.

Los dos niños se acercaron de inmediato. Mientras les lavaba las manos, Noah levantó la vista y preguntó: "Mamá, ¿todavía estás enojada?".

"No, ahora estoy bien". Tomé una toalla y les limpié las manos. "Me alegra que siempre piensen en mí. Fui un poco dura contigo hace un momento porque espero que recuerdes nunca tomar algo que no te pertenece. No importa cuán valioso sea, no importa cuánto te guste, simplemente no puedes tomarlo. ¿Entienden?".

Noah asintió inmediatamente. "¡Ya lo tengo!".

Hedwig también asintió, pero quizá seguía sin entender lo que quería decir.

Después de ayudar a Noah y a Hedwig a lavarse, les cogí de la mano y les llevé a la mesa.

Blake me miró fijamente. No podía saber qué estaba pensando exactamente, pero apuesto a que tenía malas ideas. Le dirigí una mirada brusca.

Apenas vislumbré sus labios sonrientes. Mi corazón latía sin control.

¿Por qué tuve una premonición tan extraña?

"Mamá, ¿cuándo celebraremos nuestro cumpleaños? Hoy una niña celebró su cumpleaños en la escuela de hombres lobo, y la maestra le preparó una torta en forma de luna creciente. La torta estaba deliciosa, y la maestra incluso le dio un regalo. ¿Podemos celebrar nuestro cumpleaños antes para que la maestra nos prepare una torta?", Hedwig preguntó emocionada mientras comía.

Miré a Blake y le dije a los niños con firmeza: "Su cumpleaños está a más de dos meses de distancia. Cuando llegue el momento, les prepararé regalos y tortas".

"¿No podemos celebrarlo antes?". Hedwig hizo un mohín.

Blake dijo en voz baja y agradable, la mirada en su apuesto rostro gentil, "Cariño, cuando quieras comer pasteles, Dowen puede prepararte uno".

"¿De verdad? Entonces quiero uno ahora". Hedwig fue persistente.

"¿Ahora?". Blake sonó sorprendido. Luego me miró y dijo: "Pregúntale a tu mamá primero. Bueno... yo no tengo la última palabra".

Blake era más listo ahora. En cuanto a cosas que pudieran molestar a los niños, me pasaba la pelota a mí.

"Mamá...". Hedwig me miró lastimeramente.

Le acaricié la cabeza y le dije: "Es demasiado tarde para una tarta. Con la cena es suficiente. Comer dulce por la noche no es bueno para los dientes".

"Pero yo sólo quiero una...". Hedwig miró inmediatamente a Blake.

Sin embargo, Blake bajó rápidamente la cabeza y fingió concentrarse en comer.

"Hedwig, harás caso a tu mamá, ¿verdad?". Me preocupaba que Blake volviera a decir que sí a su absurda petición, así que me puse severa.

Hedwig era astuta. Si estaba segura de que palabras dulces y una cara linda le ayudarían, las usaría para conseguir lo que quería.

Si no estaba segura, sopesaba bien los pros y los contras y desistía de su petición para evitar la regañina.

"De acuerdo... Esperaré". Cuando Hedwig vio que estaba a punto de enfadarme, inmediatamente se volvió obediente.

Después de cenar, se olvidaron del desgraciado incidente y le rogaron a Blake que cambiara de turno.

Me paré en la terraza del segundo piso y observé al lobo negro alto correr alrededor del césped con los niños. Podía escuchar sus risas felices.

La risa despreocupada de los niños me deprimía un poco. Crecer significaba tantas preocupaciones.