Mis Tres Tesoros Más Preciados romance Capítulo 73

Resumo de Capítulo 73: Mis Tres Tesoros Más Preciados

Resumo do capítulo Capítulo 73 de Mis Tres Tesoros Más Preciados

Neste capítulo de destaque do romance amor después del matrimonio Mis Tres Tesoros Más Preciados, Internet apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.

“Por lo visto, confías mucho en ti misma” dijo Beau.

“¡Por supuesto! La confianza es la base del éxito. Si dudas de tu potencial, entonces nunca podrás salir de tu zona de confort” contestó Eliza sacando pecho con orgullo.

Frente a tanta altanería, Beau no pudo evitar reír. Posteriormente, dijo: “Si confías tanto en tu potencial, ¿por qué te desempeñaste como suplente de las artes marciales durante cinco años después de graduarte de la universidad? Lo más lógico sería que hayas desempeñado un papel más formal”.

En este momento, el rostro de Eliza se puso pálido. Luego, bajó la cabeza y tartamudeó: “El… El problema es que Jay no quiso que me involucre demasiado en ese círculo de entretenimiento”.

“¿Solo por eso? Su novia actual, Madeleine, es muy reconocida en ese ámbito. De hecho, fue el mismo Jay quien la ayudó a insertarse en ese mundo” respondió Beau sin creerle en absoluto.

Al instante, Eliza deseó encontrar un hoyo para esconderse. Sus dedos estaban entrelazados debajo de la mesa y sintió que era imposible confesarle a Beau sus preocupaciones. Después de todo, el estatus de este hombre superaba por mucho a la de la gente común como ella, así que ni siquiera merecía tenerla como esposa.

Mientras la mente de Eliza estaba hecha un lio, el mayordomo tocó la puerta y entró con un grupo de ayudantes. Entonces, preguntó: “¿Interrumpimos?”

“No” contestó Beau con seriedad.

Mientras tanto, Eliza suspiró profundo.

“Señor, señora, los platos están servidos”.

Dos minutos después, el mayordomo se inclinó y dijo: “Que disfruten de la comida”. Enseguida, se retiró.

Con la intención de no volver a tocar el tema anterior, Eliza sirvió rápidamente algo de comida, diciendo: “Muero de hambre”.

“Entonces empecemos a comer” contestó Beau con ojos oscuros ligeramente entrecerrados.

Después de la comida, ambos se fueron a ver una película que les recomendó Braint y Demarion.

Pese a que era una comedia, a la mitad de la trama, la protagonista perdió la memoria y olvidó el pasado con su novio, generando que toda la chispa divertida se convirtiera en una tragedia.

Tras ver esto, Eliza, quien estaba acostada en el asiento, lloró desconsoladamente. A decir verdad, en el pasado, siempre pensó que la trama de pérdida de memoria era algo aburrida. Sin embargo, desde que vivió esta situación en carne propia durante medio año producto de un accidente automovilístico hace cinco años atrás, cada vez que veía este tipo de escenas, el dolor que sintió aquella vez volvía a renacer.

En la película, la protagonista no solo no recordaba su pasado con su novio, sino que tampoco tenía idea de que tenía un hijo con él.

En este momento, las lágrimas de Eliza chorrearon por su rostro como una compuerta que no podía detenerse.

“Es ficción” dijo Beau mientras la abrazaba con fuerza. Luego, continuó con voz suave y tierna: “No llores”.

No obstante, Eliza lloró aún más desconsoladamente, por lo que Beau no tuvo más remedio que secarle las lágrimas con los dedos una y otra vez; de hecho, no le cabía en la cabeza por qué se tomaba tan en serio a algo que ni siquiera era real.

Finalmente, la película terminó. Como era de esperarse, la protagonista recordó todo su pasado y vivió feliz junto al amor de su vida.

Sin embargo, Eliza no podía contener su dolor por más que lo intentaba. Pues, aunque sabía que la mujer recuperó todos sus recuerdos, en su caso, era diferente. El médico dijo que su cerebro estaba gravemente herido y que nunca podría recuperar sus recuerdos de los seis meses. Por tal motivo, el especialista recomendó que no se esforzara más y continuara con su vida.

En el camino de regreso del cine, Eliza tenía el rostro demacrado.

“Además, mamá es actriz, así que ella mejor que nadie sabe que es ficción” añadió Braint mientras colocaba el libro sobre su rodilla.

“Creo que solo hay una posibilidad…” dijo Demarion.

“Probablemente la película le hizo recordar algo doloroso de su pasado” agregó Beau.

“¡Exacto!”

Al instante, Braint respiró profundo y sacó su celular, diciendo: “Compraré entradas ahora mismo. Demarion y yo iremos mañana y analizaremos cada escena cuidadosamente”.

“Te preocupas mucho por ella, ¿verdad?” preguntó Beau sonriendo.

“¿Tú no?” respondió Braint. Luego, curvó los labios y añadió: “Supongo que ahora Noah debe estar muy enfocado en averiguar el pasado de mamá”.

Tras escuchar esto, Beau lo ignoró y subió las escaleras.

Luego de ducharse, Elizabeth se había quedado profundamente dormida y estaba teniendo un sueño extraño. Ella era madre de dos bebés, cuyos compartimientos estaban fuera de su habitación. Sin saber cómo ni por qué, desprendieron llamas de fuego cerca de ella y por más que intentaba levantarse, no podía. Al instante, vio a un hombre corriendo hacia ella. Aunque el espeso humo no le permitía ver su rostro con claridad, estaba segura de que él quería rescatarla. Entonces, gritó: “¡Por favor, salva a los niños! ¡Despreocúpate por mí! ¡Sálvalos, por favor!”

En este momento, el hombre pareció sentirse entre la espada y la pared. Después, corrió hacia los dos niños, los sacó de la cuna y salió corriendo, mientras le decía: “¡Espérame! ¡Volveré para salvarte!”

“¡No vuelvas!” contestó ella. Después de todo, las llamas eran demasiado gigantes, así que, si alguien intentara salvarla, moriría en el camino. Entonces, agregó: “¡Haz que los niños me olviden y encuentra una nueva madre para ellos! ¡Los cuidaré desde el cielo!”

Histórico de leitura

No history.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Mis Tres Tesoros Más Preciados