No más palabras romance Capítulo 108

—Bueno, tampoco mientas Eli, te encargarías de matar a una mosca en un segundo, no soportas a ese tipo de bichos. Eres una experta mata mosca y cucaracha.

—Tienes razón—río en medio de mis lágrimas, solo son lágrimas cayendo contra el pecho de papá, no hay sollozos—. No quiero ser esa persona, la persona que también le ha fallado, la que también le ha hecho daño cuando él solo quería confiar.

—No sé ve como un joven que dejara perder la mujer de su vida.

— ¿Qué te hace pensar que soy la mujer de su vida?

—Que te crié y sé lo maravillosa que eres. Noté la manera idiota en la que ustedes se veían y honestamente, en mucho tiempo no te había visto así de feliz y radiante.

—Estoy muy enamorada de él y solo espero que él lo sepa.

Permanecemos en silencio, él peina mi cabello. La verdad es que se siente bien hablar con mis amigos, escuchar sus opiniones, pero ningún abrazo de ellos se sentirá como el de papá.

—Amber no te odia, por si tu lado dramático lo piensa. Le pregunté, porque no me iba a ir con vueltas y porque eres quien le paga el sueldo.

»Ella es creyente de que tus explicaciones tienen que ir para Paul y que ustedes se hacen bien o algo así dijo.

—Es bueno saberlo, no quiero ni imaginar lo que piensa el resto de su familia.

—Todo se arreglará, Elisabeth.

No respondo, es lo que más me han dicho. Amber está en algún lugar de la casa, no considero justo despedirla por el simple hecho de que ahora tengo un montón de tiempo libre al ser una desempleada, aunque Karla asegura que cuando comience a buscar encontraré algo con rapidez. De igual manera, el programa lleva días fuera del aire, solo están transmitiendo reposiciones debido a que mis chicos y chicas no han doblegado su postura.

Debería sentirme mejor por ello, pero en cierta manera tengo la sensación de culpa porque mis líos se han convertido en los de ellos y afectan sus carreras laborales. No los obligué, pero entiendo de dónde vienen sus lealtades. Yo haría lo mismo por ellos.

—Ayer visité a Elise—levanto de inmediato mi cabeza—. Edgar me llevó.

— ¿Ella te dejó verla?

—A mí, aún no quiero ver a tu hermano.

Asiento lentamente con la cabeza porque lo sé, Edgar no ha dejado de decírmelo, cuestionándome si tomamos la decisión correcta. Elise se niega a vernos, trato de que no me afecte y de pensar que en un futuro, cuando esté desintoxicada, las cosas serán diferentes.

— ¿Cómo está?

—Duele verla así, tan apagada y afligida, pero sé que me dolerá más si ella continúa en el mundo de las drogas.

—Debemos tener fe.

—Ustedes son todo lo que tengo, lo que más amo en mi vida. Cometí muchos errores en mi vida, pero ustedes han sido lo más correcto que me ha ocurrido. Nunca les daré la espalda y quiero que sepan que cuando se sientan solos, siempre estaré aquí.

—Gracias, papi.

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Asunto: Debemos hablar.

"Hola, me encuentro de vuelta en el país, sé que ha sido un largo tiempo de silencio de mi parte, pero estaba indispuesto.

Cap. 108: Nunca les daré la espalda 1

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