Miro con fijeza la ropa en el pequeño sofá individual. Creo que esa camisa la usé hace dos años, pero ¿Algún televidente lo recordará? Digo, tendría que ser realmente un fan del tipo espía, aunque nunca se sabe. La falda verde si esta nueva según las palabras de Ana. Según las indicaciones de Kevin debería ir hoy en vestido, pero como nadie aquí obedece al jefe.
Me gustaría poder sentir lástima por Kevin, pero el hombre no es para nada miserable, creo que disfruta tratar a las personas mal y creerse el todo poderoso por ser nuestro productor. Si Kevin hubiese estado cuando hice mi audición y entrevista para el programa, me lo hubiese pensado; aunque supongo que ahora debo agradecer que no estuvo porque Notitardes24 es prácticamente la mitad de mi vida.
Amo mi trabajo y amo a mis compañeros, quienes se han convertido como mi familia, excepto quizás Dexter porque nos besamos y manoseamos, y definitivamente no creo verlo como un hermano después de eso, pero si como mi gran sexy, perfecto y asombroso amigo del alma.
Quito mi bata y tomo la falda, cuando voy subiéndola la puerta se abre dejando ver a Sabrina que cierra la puerta.
—Me gusta tu sujetador—anuncia.
—Diría que está a la orden pero no parece higiénico y además eres como ¿Dos copas más que yo?
—Eres una discriminadora de senos.
— ¡Mi pecado!
—Voy a decirle—escucho a Sabrina mientras termino de subir mi falda.
— ¿Qué y a quién le vas a decir? Luces molesta y nerviosa.
—Lo estoy.
—Suelta el delito, supongo que es mejor que termines con mi compañía en la cárcel que sola.
— ¿Y quién va a sacarnos de la cárcel?
Tomo la camisa, me la pongo y le sonrío a instantes de darle mi respuesta, pero entonces la puerta de mi camerino vuelve a abrir y se trata de Kevin.
— ¿Por qué irían a la cárcel?
—Tú no entenderías un chiste ni que este te besara Kevin— señalo—, y siempre recuerda que se toca antes de entrar.
—Es mi estudio.
—No, es el estudio del programa del que eres productor, hay diferencias— sonrío una vez más, esta vez por las palabras de Sabrina hasta nuestro lamentable productor.
—Siempre cumpliendo el estereotipos de las rubias.
—Y tú el de los dulces jefecito— con esas dulces palabras Sabrína sale de mi camerino dejándome con él siempre insoportable de Kevin.
—Creo que aquí muchos no han aprendido a saber que soy el jefe.
Ruedo mis ojos y voy hacia mi tocador, tomo una pintura labial invirtiendo mi tiempo en algo útil mientras Kevin decida decirme a qué ha venido.
—Puedes programar la entrevista del chico.
No escondo mi gran sonrisa dejando el labial a un lado y girándome con rapidez, mi entusiasmo parece ocasionar muecas de desagrado hacia Kevin ¡Que alguien saque lo que sea que le metieron por el trasero!
—Sabía que tu gran mente entendería que es una buena estrategia para el negocio.
Mi elogio lo hace erguirse y río porque sobarle el ego es tan fácil, incluso cuando se usa el sarcasmo. Sale como un pavo real de mi camerino y doy unos aplausos hacia mi logro. Me propuse conseguir esto para Brian, el primo de Andrea y actual novia de Joseph. Él no me lo pidió y mucho menos Andrea, pero ahora que Brian se hace cada vez más conocido, parece que es una buena movida tanto para él como para el programa entrevistarlo.
Sería la primera entrevista formal y yo tengo esa exclusiva. No voy a fingir que solo lo hice por él, es bueno que sea beneficioso, también lo hago porque amo las primicias y no soportaría perder otra más, la última aun me tiene enviándome correos contra él.
Elisabeth, Elisabeth, ya deja al escritor sensual salir de tu mente. De nuevo tomo mi celular y reviso pero no hay respuesta de mi último correo, quizás se cansó de este jueguito.
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