No más palabras romance Capítulo 57

De alguna manera nosotros logramos hacer venir a la casa de Dexter a Rayan y Sabrina engañados sobre el pretexto de una reunión para el almuerzo con toda la familia Notitardes24 incluyendo a Andrea.

Es una suerte que Valeria esté distrayendo a Summer, porque Rayan está furioso golpeando el armario de Dexter, el cual seguro lleva a Narnia, porque es enorme. Mientras que Sabrina patalea y le hace el trabajo difícil a Harry quien la carga.

— ¡Suéltame hijo de puta!

—Mi madre no es una puta— se queja Harry y Sabrina se paraliza.

—Oh, Dios mío, lo siento Harry. No quise insultarla, jamás lo haría.

—Lo sé Sabrina y...

— ¿Qué? — pregunta ella calmada, Harry abre solo un poco la puerta del armario y Rayan pretende salir, pero Peter pica sus ojos de manera incómoda.

— ¡¿Qué demonios, Peter?!

—Bueno, era eso o darte un puñetazo.

Rayan gruñe y Andrea ríe antes de cubrir con una mano su boca, con ella y junto a Ágatha, disfruto de todo esto. Dexter se mantiene ordenando comida china al teléfono. Algo normal y típico está situación.

—Y vas con Rayan— termina finalmente Harry su frase. Joseph abre un poco más y Harry prácticamente le arroja el cuerpo de Sabrina a Rayan.

La puerta es cerrada con llave y Joseph guarda la llave en el bolsillo de su pantalón.

—Malditos traidores, gusanos parasitarios de mierda— grita Sabrina muy cabreada.

—Yo le enseñé ese insulto— anuncio.

—Gran orgullo el tuyo— se ríe Andrea.

—Muy bien. Déjenme decirle las reglas— dice de forma tranquila Joseph frente al armario—. Tenemos 8 horas libres antes de ir al programa, por lo que tienen muchas horas para hablarse y arreglar su mierda. En una esquina tienen botellas de aguas, barras nutritivas, golosinas y a pedido de Ágatha un par de ensaladas cesar.

—Soy así de buena, pueden darme las gracias cuando salgan—Ágatha incluso se ve las uñas de las manos.

—Jódete— gruñe Rayan.

—No vamos a dejarlos crear brechas en esta familia. Ya han estado sin hablarse el suficiente tiempo. Así que nos vimos en la obligación de tomar esta medida drástica. Hasta que no hablen y resuelvan su conflicto, no salen—Joseph habla de forma tranquila.

— ¡¿Y cuando quiera orinar?! — chilla Sabrina.

Todos nos vemos, esa es una excelente pregunta que no consideramos, Joseph se encoje de hombros.

—Supongo que ese es suficiente incentivo para que se hablen.

— ¡Hijo de puta! Y no, no estoy insultando a tu mamá, Joseph. Dejarás de ser un caramelo, todos ustedes traidores dejarán de ser un caramelo.

—Correremos el riesgo, Sabrina. El tiempo está corriendo— anuncia Joseph antes de ir hacia Dexter y añadirle más al pedido de comida china.

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