Novia del Señor Millonario romance Capítulo 114

Herbert:

—Señor Wharton, Gaynor me acaba de comunicar que la señorita Stepanek fue a visitar a Lucas.

—¿Bella preguntó por algo?

—Sí, Gaynor dijo que estuvo preguntando por el orfanato de donde adoptó a Lucas —respondió Connor.

—Muy bien, dile a Gaynor que lo adopté del Orfanato «Alas de Ángel». La próxima vez que Bella los visite, dile que le diga eso.

—Como ordene, señor.

—Espero que hayas arreglado todo correctamente.

—No se preocupe, señor, todo ha sido arreglado como usted lo pidió.

Bella:

En la noche, estaba echada en la cama, comiéndome la cabeza tratando de encontrar otra forma de saber de qué orfanato Lucas había sido adoptado. En eso, mi teléfono sonó.

—Bella, ¡no puedo creer mi mala suerte! —lloró Joey al otro lado de la línea.

—¿Qué sucedió?

—Me encontré con Caroline en el trabajo —gritó mi amiga con furia contenida.

—¿Te hizo problemas?

—Llegué media hora tarde al trabajo y me descontaron el bono del mes. También me pidieron que escriba una carta de disculpa.

—¿Qué? ¿Caroline te reportó?

—No me reportó. Ella es ahora la nueva supervisora que la oficina central ha mandado para que se encargue de los empleados. Hoy era su primer día, ¿no crees que es demasiada coincidencia?

—Dices que la oficina central del Grupo Wharton la mandó como supervisora de personal. ¿Le habrá dado Herbert ese puesto?

—No lo creo, parece ser que Herbert no tuvo nada que ver con su asignación, fue la directora quien la mandó. ¿Esto quiere decir que la madre de Herbert aprueba de Caroline? Sino, no le hubieran conseguido este trabajo ni la hubieran mandado a esta subsidiaria.

—Bueno, no podemos hacer nada porque esta vez sí estabas tarde. Ten mucho cuidado, Joey, no le des argumentos para que te cause problemas —la consolé.

—Eso es lo que voy a hacer, pero si Caroline está detrás de mí, lo mejor sería que renuncie —se lamentó Joey.

Puse el libro sobre mis rodillas y comencé a buscar las adopciones del invierno pasado. Solo dos bebés habían sido adoptados en ese entonces: una niña y un niño. Lucas era ese niño. En el registro especificaba que Lucas había sido abandonado en la puerta del orfanato. Más abajo estaba especificado que Herbert lo había adoptado. Al leer esta información, se me hizo un nudo en la garganta. Lucas no era mi hijo y mi verdadero hijo estaba definitivamente muerto.

—Siento mucho que no hayamos sido de más ayuda —me dijo con pena la directora.

—No, no se preocupe, fue de bastante ayuda en realidad —le respondí con una forzada sonrisa mientras le devolvía el libro. Me levanté con mi bolso y con una reverencia me despedí.

Volví al trabajo con los ánimos  por los suelos. Estaba saliendo del ascensor cuando mi teléfono sonó. Revisé el nombre y me di cuenta de que era Joey, anoche no había podido aguantarme y le había contado todo.

—¿Qué tal? ¿Cómo te fue? —me preguntó con emoción.

—Lucas no es mi hijo —le respondí con decepción.

—Entiendo. Bueno, es triste que tu hijo ya no esté en este mundo, pero tú también debes tener una vida buena. Sé que eres lo suficientemente fuerte para lograrlo.

—Lo sé, pero no quiero separarme de Lucas —le dije con la voz entrecortada.

—Bella, tienes que olvidarlo. Caroline pronto se convertirá en la esposa de Herbert ahora que ha sido reconocida por su familia. Si continúas visitando al niño, solo crearas una conexión indirecta con Herbert, ¡y a la larga eso te traerá muchos problemas!

—Lo sé, lo sé. Te hablo después del trabajo, ¿está bien? —le dije y colgué. Respiré profundamente para darme fuerzas y continué mi camino hacia mi oficina. Sin embargo, por el rabillo del ojo, vi la figura de una mujer con una falda muy ajustada. Me quedé mirándolo con sorpresa.