Novia del Señor Millonario romance Capítulo 169

Salí de la bañera una hora después.

Me sequé con una toalla y miré mi cara en el espejo.

Tenía moretones en mis mejillas y boca y también en mis brazos y piernas.

Fui muy afortunada. Dios envió a un valiente caballero para salvarme cuando estaba en peligro.

Ese caballero estaba afuera ahora. Me puse una bata y salí del baño.

Estaba muy agradecida con él por salvarme.

Klein me miró y me sirvió un vaso de jugo.

"Te ves un poco mejor". Tenía una voz muy agradable.

Caminé hacia un sofá y me senté con el vaso de jugo en la mano.

Klein me miró:"¿Qué le pasó a tu cara? ¿Te golpearon mucho esos dos tipos?".

Negué con la cabeza: "Hoy es mi día de mala suerte, antes de encontrarme con esos tipos, Connie y Emma me golpearon".

Todavía estaba muy enojada. Si no fuera por ellas, no me habría cruzado con esos bastardos.

Sin embargo, al analizar toda la situación, de pronto, una idea se cruzó por mi mente: "¿No era demasiada casualidad?".

En cuanto salí del hotel, me encontré con los dos tipos malos. Hasta donde yo sabía, la seguridad de esta ciudad era muy buena, porque era una ciudad turística propiedad del gobierno.

¿Podría ser que... Connie y Emma me tendieran una trampa y arreglaran que me atacaran esos dos bandidos?

"¿En qué estás pensando? ¿Te refieres a Emma?¿Tu hermana en el sentido legal?", preguntó Klein.

Klein la conocía. Ya le había dado su merecido en otra ocasión.

"¿Quién más podría tener un rencor tan grande contra mí?", dije.

"Tienes razón. ¿Cómo te encontraste con ellas?".

"Trabajo como contable para una agencia de viajes en Wharton Mountain. La guía turística se enfermó repentinamente, así que tomé su lugar para llevar a un grupo de viaje. No esperaba que madre e hija estuvieran en ese grupo".

Klein asintió. "Fue solo una coincidencia".

Bajé la cabeza y pensé: "¿Puede ser todo esto una casualidad?".

Un segundo después, de repente, Klein me dijo: "¿Quieres saber la verdad?".

"¡Sí! ¿Cuál es la verdad?", pregunté.

Se quedó en silencio por un momento y dijo: "La verdad es que escuché a Amy decir que estabas en Wharton Mountain".

"¿Amy?". Bajé la cabeza de nuevo para pensar. Amy me había contactado hace unos días, me preguntó sobre mi situación y yo le había contado todo.

Klein asintió. "Amy me contó que trabajas como contable en una agencia de viajes. Como la Navidad es una fiesta aburrida para mí, vine a Wharton Mountain con la esperanza de encontrarte".

"¿Y cómo me encontraste?".

Estaba muy sorprendida. ¿Por qué vino a buscarme?

Klein confesó de inmediato, con un toque de urgencia en la voz: "Llamé a docenas de agencias de viajes en Wharton Mountain y finalmente descubrí dónde trabajas. Tu agencia de viajes me informó tu horario de trabajo, así que conduje hasta aquí para encontrarte".