¡Papá compró una humana! romance Capítulo 62

“No tengo miedo, no tengo miedo, no tengo miedo…”

Pero claro que tenía miedo. Sobre todo cuando mis lobos (de verdad que algún día me acostumbraría a decir eso) habían regresado después de aullar un montón.

El primero en llegar se transformó y me miró con expresión solemne.

-Estarán aquí en los siguientes dos minutos.

El resto de los lobos que había enviado como centinelas regresaron en los siguientes segundos. Yo miré a los ojos a los cerca de veinte lobos frente a mí.

-Seré franca. – Dije en tono suave mientras sujetaba con más fuerza mi bastón. – No sé si mi plan para ganar tiempo y evitar una pelea lo más que pueda funcione. Así que quiero preguntarles a todos: ¿Quiénes de ustedes tienen cachorros pequeños que dependan de ustedes?

No llevaría a su muerte a estos lobos, o al menos esperaba que no, pero en caso de que todo se fuera al carajo, no quería dejar sin padres a algunos cachorros de mi manada.

Debía de aceptar la realidad: Quizá Bastian y la caballería no llegarían antes de que eliminaran a todos aquí arriba.

Solo dos lobos levantaron las manos y yo los envié dentro.

-Bien caballeros. Algunos de ustedes me han visto luchar, algunos me han visto a la distancia. – Dije refiriéndome a los pocos guardias de Bastian que aun se mantenían firmes. – No soy una mala luchadora, así que siéntanse libres de pelear sin preocuparse por mi seguridad. Ahora, formen una línea detrás de mí. No me esconderé detrás de ustedes.

Justo terminaron de acomodarse cuando las líneas enemigas comenzaron a ser visibles para mis débiles ojos humanos.

Se mostraban cautelosos al avanzar; suponía que no esperaban llegar a una manada destruida. Me quedé clavada en el lugar hasta que estuvieron al alcance del oído.

-Lobos, mi nombre es Rose Paper y soy el Alfa y Luna de la manada Skyblue. Identifíquense. – Dije con voz grave tratando de imitar la voz de Bastian.

Nome salía, pero me sentía mejor haciéndola.

Escuché un montón de gruñidos antes de que un par se transformaran en humanos. Humanos desnudos. ¿Qué m****a? ¿Se transformaron sin ropa?

-Mientes, nadie puede ser Alfa y Luna al mismo tiempo. – Dijo el primero de los tipos desnudos. Parecía un lobo de avanzada edad por la barba cana que lucía. Me miraba estrechando los ojos. – La lucha no es contra ti, ¿Dónde están el Alfa Bastian y el Alfa Noa, loba?

-No estoy mintiendo. – Dije acercándome un par de pasos antes de detenerme. – Soy lo que soy, así como no soy loba, sino humana.

Miré a los lobos que comenzaron a rodear el lugar. Era difícil no sentir temor cuando ellos eran fácilmente unos quinientos y nosotros aquí… unos pocos menos.

-Los cobardes se escudan detrás de una mujer. – Dijo otro de los lobos desnudos escupiendo en mi dirección. – Se escondieron cuando atacaron a nuestras manadas y se esconden hoy para no pagar por sus crímenes. Tu cuento de ser un Alfa es una blasfemia seas o no loba.

-Te invito a comprobarlo tú mismo. – Dije ladeando la cabeza. – Solo tienes que olerme.

-Se puede cambiar el olor de muchas formas. – Dijo un tercero estudiándome. – Solo dinos lo que queremos saber.

-¿Ustedes son Alfas? – Pregunté negándome a ser intimidada a pesar de que los lobos que nos rodeaban poco a poco estrechaban el círculo. No me contestaron, así que bufé divertida. – Se quejan de que los Alfas se esconden y no son capaces de decirme si ustedes son los líderes de sus manadas? Qué pérdida de mi tiempo. – Dije rodando los ojos.

Gruñeron más fuerte.

-Cuidado, hembra. A mí no me importa terminar con alguien bocazas sin importarme si tienes o no tetas. – Dijo el lobo barbudo.

-Y siguen sin decirme quiénes de ustedes son los famosos seis Alfas que vienen en son de guerra. – Dije cruzándome de brazos. – Tampoco están atacando, así que me pregunto… ¿Por qué no lo están haciendo?

Miré a mi alrededor de nuevo; los lobos habían dejado de avanzar.

Entonces vino a mí la realización.

-Ah, ya veo. – Dije divertida. – Estaban esperando a que su principal socio para esta estupidez fuera el primero en atacar. Bueno, lamento informarles que no verán por aquí al Alfa Luca.

Me volvieron a gruñir pero ninguno se movió. Jodidos cobardes; imagino que solo se juntaron para reclamar parte del botín.

Rodé los ojos.

-Mi pareja ha eliminado al Alfa Luca hace un par de horas, así que… ¿Me van a decir quiénes son los Alfas o voy a tener que adivinar? – Comencé a jugar con mi bastón como un movimiento inocente. No era inocente en lo absoluto ya que me permitiría poder defenderme en caso de que alguno de ellos se transformara rápidamente y viniera por mi cuello. – Tengo que hacer algunas revelaciones impactantes y no perderé mi tiempo hablando con Betas o guerreros que no pueden tomar decisiones para sus manadas.

Una voz a mi costado me hizo girar mi atención levemente hacia allí.

-Primero responde la pregunta, hembra. – Dijo un tipo de aspecto joven. Quizá tendría a lo mucho un par de años más que yo.

Suspiré teatralmente. Haría tiempo, haría todo el maldito tempo del mundo.

-El Alfa Bastian no sé en dónde está y el Alfa Noa ha muerto. ¿Cómo creen que me he convertido en Alfa? Puedo contarles la historia, solo les advierto que hay mucho drama, acción y romance. La parte del romancees mi favorita. – Dije meneando las cejas.

-No pudiste haber matado al Alfa Noa. – Dijo uno de los lobos desnudos de enfrente. – A menos que fuera por la espalda.

-Error. Lo maté de frente; de hecho, él me lo pidió.

-¡Esto es serio! – Dijo el lobo de la barba. – No estamos aquí para hablar con una hembra loca y mentirosa. Dinos dónde están los Alfas o te mataremos lentamente.

-Uy, una amenaza de muerte. Supongo entonces que debes de ser un Alfa. -Dije con una sonrisa. – Y lo otros chicos desnudos deben ser Alfas también. Uno, dos, tres, cuatro…. Me faltan dos Alfas. ¿Estamos jugando a las escondidas o no pudieron venir a la fiesta?

Un gruñido más salvaje vino desde atrás y giré mi cabeza para ver transformarse a otro lobo.

-No toleraré tal falta de respeto. – Dijo el tipo. Era grande, muy grande, ¿Cómo fue que me perdí a un lobo obeso? M****a, el tipo ni siquiera podía mantenerse en pie. – Te quiero de rodillas suplicando perdón, hembra.

Supuse que estaba usando el comando Alfa. Qué lastima que eso no funcionaba en humanos. Así que me reí en su gorda cara y él gruñó más fuere.

-Bien, en vista de que no sé si falta algún Alfa más o solo ustedes han venido a tratar de mendigar territorio, comencemos la reunión para informarles cosas importantes. – Dije tratando de que mi voz abarcara a toda mi audiencia. – Quisiera comenzar diciendo que el que ha estado atacando nuestros territorios ha sido el Alfa Luca. Había estado contratando exiliados para hacer el trabajo sucio y luego se le ocurrió la grandiosa idea de echarnos la culpa por ello.

-¡Mientes! – Dijo el lobo de aspecto joven. -Mi manada ha sido atacada por la de Bastian y mis guerreros y yo ¡Venimos por justicia!

Los que suponía eran sus lobos comenzaron a aullar detrás de él.

-Estás buscando venganza, no justicia. La justicia no viene con un montón de lobos con sed de sangre. – Dije lo más calmada posible cuando sospeché que sus lobos no estaban cantando alabanzas a mi persona. ¿Por qué lo sospechaba? Porque mis guardias y los de Bastian habían comenzado a ponerse tensos y gruñir. – Como iba diciendo…

-¡Todo lo que sale de tu boca son un montón de estupideces!. – Dijo el lobo gordo a mi espalda. Quizá estaba molesto porque no me estaba inclinando para pedir misericordia a su grasoso ser.

Yo elevé mis manos al cielo.

Capítulo 62. Pelea divertida. 1

Capítulo 62. Pelea divertida. 2

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