Pero… ¿¡Eres un Millonario!? romance Capítulo 338

A Ricardo no le gustaba que la gente estuviera pendiente de sus movimientos.

Sus ojos brillaron por un momento, luego se dio la vuelta y subió las escaleras.

Brisa no esperaba que su plan fallara, pero tampoco se atrevía a sentirse desanimada. Siguió al mayordomo y se fue de la Mansión Roldán.

Fue cuando llegó a casa cuando Brisa se dio cuenta de que su plan había fracasado.

"¡Que hombre este, no sabe apreciarla!"

No podía entender cómo Natalia se había vuelto tan cercana a él.

...

Ricardo subió al segundo piso y vio a Graciela, que debería estar tomando una siesta, sentada en su estudio.

"¿No ibas a tomar una siesta, abuela?"

Graciela resopló: "Hemos estado juntas durante muchos años, ¿no sabes si tengo el hábito de tomar una siesta?"

Era solo una excusa.

Simplemente no quería seguir hablando con Brisa.

"¿No te gusta ella?"

Ricardo entró al estudio y cerró la puerta detrás de él.

"No es una mala chica, solo que es un poco tímida."

Graciela admiraba a aquellos que eran dignos, valientes, cuidadosos, amables y puros.

Es evidente que Brisa parecía humilde, pero en realidad era muy astuta.

En la mesa, cada movimiento de Brisa era observado por Graciela.

No es que le gustara Brisa, pero tampoco la detestaba.

Ricardo se sentó frente a ella: "Ella creció en un orfanato y ha sufrido mucho, aprenderá poco a poco."

"Tú te encargas de esto."

"Deberías mantener una cierta distancia con ella." Graciela dijo seriamente: "La gente es impredecible, quién sabe si tiene alguna mala intención contigo."

No era que ella se creyera mucho, es solo que su nieto era demasiado perfecto.

Incluso ya casado, muchas mujeres de la alta sociedad y adineradas se le acercaban, ni qué decir de una niña que él trajo del orfanato y a la que cuida.

Si algo saliera mal...

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