Pero… ¿¡Eres un Millonario!? romance Capítulo 586

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La sangre caliente en los dedos de Ricardo impedía que pudiera ver bien.

Retrocedió unos pasos, apoyó una mano en el escritorio y dijo con voz ronca: "Si no quieres que la familia Pacheco quiebre, más vale que dejes de entrometerte, o…"

"¡Claro que voy a entrometerme!"

Natalia lo interrumpió, tenía la mirada decidida: "Ricardo, por favor, déjame en paz."

Ricardo se sintió como si le hubieran caído un rayo.

"Sé que te quise una vez, pero por favor deja ya de lastimarme"

Natalia tomó aire, tenía que admitir que, durante todos estos años, siempre había estado bajo la sombra que Ricardo proyectaba sobre ella.

Ya no le quedaba nada, ¿por qué él no la dejaba en paz?

¿Acaso todavía había algo suyo que interesara a Ricardo?

Ricardo se acercó con y dijo con la voz llena de ansiedad: "Sé que me equivoqué, dame otra oportunidad."

Natalia sintió que no había nada de que hablar entre ellos, cerró los ojos: "¡Por favor, vete!"

Ricardo nunca había visto a Natalia de esta manera, parecía un bloque de hielo, su frialdad era intimidante, mientras él sentía un dolor agudo en el pecho.

Ricardo se limpió la sangre de la frente, su voz temblaba: "No voy a dejar en paz a la familia Pacheco, si insistes en estar con él, nunca vas a tener una vida tranquila."

Dejó esa frase en el aire y con un golpe cerró la puerta.

Natalia golpeó con fuerza el escritorio, todavía sentía dolor en sus labios, agarró una servilleta y borró todas las marcas de Ricardo apretando fuertemente los puños.

Después de abandonar las oficinas del Grupo Torres, Ricardo se sentía algo perdido.

La noche comenzaba a caer, la ciudad entera parecía envuelta en una neblina, el frío se colaba por todos lados, caminaba solo por la calle, mientras que las demás personas charlaban alegremente.

Solo quería darle una lección a la familia Pacheco, hacer que Gerardo se retractara.

Pero nunca imaginó que sus acciones solo harían que la relación de Natalia y Ricardo fuera cada vez más cercana.