Pero… ¿¡Eres un Millonario!? romance Capítulo 73

Parecía interesado en Natalia, el agarre de Ricardo sobre su vaso se tensó ligeramente, mostrando cierta impaciencia.

"Claro que estoy interesado". Uriel no reparó en las implicaciones de sus palabras y se limitó a murmurar en voz baja.

"Conociéndote, no invertirías si no esperaras sacar provecho".

Ricardo lo conocía, no era un hombre desinteresado, actuaba siempre por su beneficio.

Uriel extendió las manos, eso era cierto.

Acto seguido, la puerta de se abrió de un empujón.

Gerardo y Valeria entraron uno tras otro.

"Ya llegaron".

Uriel miró a Valeria, obviamente un poco sorprendido; ¿qué hacía ella ahí?

Ella obviamente había puesto mucho esfuerzo en arreglarse, usaba un vestido blanco de encaje con una chaqueta de tweed, se veía muy bella y elegante.

"Ricky, vengo por negocios, resulta que Gerardo me apoya, ¿te importa?".

Él no se oponía a encontrarse con Valeria en público.

Al fin y al cabo, eran amigos y habían crecido juntos, siempre habrían años de amistad a tener en cuenta.

Valeria se sentó junto a Gerardo, que se quitó la chaqueta, sirvió dos copas, y le pasó una a la chica.

"Acepté una invitación del Concurso de Diseño de Joyas para ser jurado". Valeria carraspeó: "Nos falta un patrocinador, ¿puede ayudarnos la familia Roldán?".

En realidad, el Concurso de Diseño de Joyas no estaba escaso de patrocinadores, pero ella quería tener más contacto con Ricardo.

Él estaba haciendo precisamente eso; había adquirido Brillante Joyería para abrir nuevas oportunidades de negocio.

"El patrocinio está bien, llama al departamento financiero y alguien se comunicará contigo".

Una sonrisa brilló en los ojos de Valeria, "Bien".

Hacía mucho tiempo que los amigos no se reunían y de momento, la conversación era bastante cordial.

Valeria permaneció en silencio y apenas habló hasta que oyó a Gerardo preguntar por su prometida.

Ricardo tuvo un raro momento en el que pareció suavizarse: "Todo va bien hasta ahora".

Al escucharlo, Uriel se atragantó por un momento.

Quería revelar la verdad... Se suponía que esos dos eran enemigos, ¡quería que se enfrentaran!

¡En lugar de mantenerse en la oscuridad como ahora!

Ni siquiera se atrevía a imaginar que si un día estos dos lo supieran todo, ¿seguirían siendo capaces de sentarse y hablar como lo hacían en ese momento?

Después de comer y beber, Uriel recibió una llamada de su secretaria para salir temprano.

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