Ninguno de los dos hablamos, sólo me aferró más a él y él no me suelta, no puedo creer lo que acaba de pasar, supongo que no pensaba que tendría sexo aquí mismo pero la vida nos da sorpresas.
Una vez que estamos más calmados, él salió de mí y me bajo del balcón para después alejarse de mi. Yo un poco adolorida me siento en una de las sillas que se encontraban ahí, él sólo arreglo su ropa y salió del lugar.
No me dijo nada solo salió como si nada hubiera pasado y eso me molesto un poco, pero no puedo hacer nada, ni siquiera se su nombre.
Cuando tuve la suficiente fuerza para caminar me fui de ese balcón, no tenía ni idea de como pasar por esa mesa sin que me detuviera Agustín ─bueno por lo menos se el nombre de él─ ya que para bajar tenía que pasar por la mesa donde seguramente ellos estaban.
Sin importarme mucho me encaminó hacia las escaleras y empiezo a bajar, pero una mano me impide terminar mi recorrido, era Agustín.
─¿A dónde vas? De la nada desapareciste, ya me habías preocupado ─levanto la vista y mi mirada choca con la del hombre misterioso y no sé por qué, pero me enoja que después de lo que pasó en el balcón, estuviera como si nada sentado cómodamente tranquilo.
No cabe duda, me acabo de meter con un pedazo de idiota.
─Me aburrí mucho aquí arriba, no hay nada con lo cual entretenerme así que me iba a bailar ─le hago cara de niña buena y me acerco más a él ─. ¿Me quieres acompañar un ratito? ─le pregunto en un susurro y lo miro directamente a los ojos, él me mira y noto un pequeño brillo en sus ojos.
─Me encantaría bailar contigo ─le tomó la mano y nos encaminamos a la pista.
Al principio bailamos un poco despegados, pero después le empiezo a bailar de espalda y me pego más a él, de la nada estamos dos cuerpos conectados bailando y seduciendo el uno al otro.
Bailamos por mucho tiempo, pero al sentir que beso mi cuello yo me detengo un poco y recargo cabeza en su hombro, me da la vuelta y me roba un beso pero yo reaccionó rápido y lo alejo un poco, por un momento casi olvidó que hace menos de una hora tuve sexo con su amigo.
Sólo existimos nosotros dos bailando y disfrutando del rato, pero no se porque se me ocurrió la gran idea de voltear hacia la dirección donde él se encontraba y lo que vi me sorprendió, él estaba ahí viéndonos mientras que una mujer lo montaba.
No puedo creer que me acosté con ese hombre, ahora siento asco al saber que sólo fui una de su larga lista de la noche de hoy, entonces me di cuenta que yo estaba haciendo lo mismo que ese idiota, estaba siendo una zorra al estar bailando tan seductora con su amigo, me sentí mal, yo no quería dar esa impresión de mí, no me podía acostar con dos hombres en una noche y mucho menos si ellos son amigos.
─Lo siento, iré por algo de tomar ─le digo a Agustín para que me suelte y lo hace, pero no me deja ir.
─Podemos ir arriba, es más privado.
─Prefiero estar aquí, de hecho vine con amigos y los tengo que buscar ─digo todo lo que se me ocurre para lograr irme de su lado.
─¿Estás segura? ─que hombre tan insistente, ni la superior me ruega tanto que ya me comporté.
─Si, después te busco si quieres continuar ─le digo a lo que él claramente se ilusiona o eso creo ya que su sonrisa es gigante, tanto que transmite felicidad en ella.
JA, iluso.
─Cuando los encuentres, diles que están invitados a la zona VIP ─si estuviéramos en otra situación y ellos no se hubieran ido hace tres horas con mucho gusto iríamos arriba con él, pero los malditos me dejaron aquí sola, bueno menos Alejandra, a ella si la perdono.
Cuando estoy sola me dirijo a la barra y pido una botella de lo que sea el chiste es emborracharme, me siento mal por engañar a Agustín, pero realmente quiero olvidar esta noche y esa es motivación a seguir tomando hasta el punto de no saber ni quien soy, que mierda de vida tengo.
…...
Escucho ruido muy en el interior de mi mente, bueno sólo escucho algunas voces por el lugar donde me encuentro.
¿De quién diablos son? No lo sé, y ahora que lo pienso ¿Dónde diablos estoy?
Abro los ojos para ver donde me encuentro, pero la luz del sol me cala así que los cierro nuevamente, me siento en la orilla de la cama mientras tallo mis ojos y cuando los abro compruebo que este no es mi cuarto.
Ahora que lo pienso, ya ni siquiera tengo cuarto, pero debería de estar en el de Ariana o algo así.
Me levanto un poco asustada por lo que pude haber hecho en la noche, pero me mareo un poco por el movimiento brusco que hice, busco un reloj para ver la hora, pero no hay nada, es sólo una habitación grande y blanca.
En la habitación hay tres puertas, una a un lado y las otras dos frente la cama, me acerco a una y la abro para encontrarme con un armario super grande y lleno de ropa.
Hasta parece que estoy en una película de esas donde las mujeres tienen una tienda de armario para sólo ponerse la misma ropa siempre, salgo de ahí para abrir la otra puerta y ver un baño super lujoso, parece que estoy en la casa de un millonario, ¿Será acaso que si me casé con un viejito millonario? No hablaba en serio, pero si pasó no me quejo.
Aprovecho para lavarme la cara y recordar que mierda fue lo que hice ayer, ocupaba una explicación más real del por qué me encontraba aquí, pero lo único que recuerdo es acostarme con un hombre super guapo y hermoso para después bailar con su amigo, pero de ahí en adelante no recuerdo nada.
Bueno tendré que salir para investigar más de la estupidez que hice.
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