No sé cuántas horas llevo aquí encerrada pero nadie ha venido a traerme nada y eso me desespera, me vuelvo a sentar en un rincón y oigo pasos acercándose así que me levanto y me preparo para lo que vaya a hacerme de nuevo ese brujo.
Oigo como abre la puerta que minutos antes intenté abrir pero no pude,
-donde estas, mujer- dice el buscándome.
De un momento a otro salgo de mi rincón y le doy un golpe en la cabeza y salgo corriendo del sótano, busco la salida y cuando la encuentro vuelvo a correr.
Cuando veo que estoy lo bastante lejos para que no me haya visto por donde he ido me paro y respiro, odio estar encerrada y me tomo un minuto para respirar el aire puro, gotas de agua empiezan a caer por mi cara y sonrío, dejo que las gotas de lluvia limpien mi rostro. Al final no he conseguido saber dónde está Damián pero lo volveré a intentar pero esta vez con un plan.
Voy hacia la casa, seguro Danira está preocupada y con razón, pero tiene que entenderme no podía quedarme en casa sin hacer nada, tenía que intentarlo.
Llego a casa mojada por la lluvia, voy a mi habitación y me doy una ducha, me pongo algo cómodo y salgo en busca de Danira.
Toco la puerta de su habitación y no abre, sé que está ahí porque oigo su corazón, no lo pienso mucho cuando tiro la puerta abajo, ella ni siquiera se asusta.
La miro y veo que está en su cama llorando, me acerco hasta ella y la abrazo.
-que te pasa?, ¿es por haberme ido así? -le pregunto.
Ella niega con la cabeza y entonces pienso que puede ser por mi hermano.
-cuéntame que te pasa- le digo dándole un pañuelo.
Ella se levanta y empieza a contarme que ha estado en casa de su padre y él le ha contado donde está Damián y como la prometieron con él.
-tranquila todo va a estar bien, ahora tenemos que pensar en cómo sacar a mi hermano de allí- ella asiente con la cabeza.
Lo mejor será no decirle que fui a ver a Raphael y él me encerró porque bastante confundida está como para decirle más cosas malas.
A los pocos minutos salgo de su habitación, se ha quedado dormida y no quiero molestarla, solo espero que Leonor no tarde mucho en volver.
*****
Han pasado dos días desde que estoy aquí encerrado, lo sé porque por que al menos tengo una ventana donde ver como sale el sol y como se esconde. No sé qué va a pasar conmigo, Vanessa no me dice nada solo se pasa molestándome.
-hola Damián- me dice Raphael delante de mi celda, ni siquiera me había dado cuenta de que estaba ahí.
-al fin te dignas a apareces maldito cobarde, porque me tienes aquí encerrado en vez de luchar conmigo-el rio.
-te mantengo aquí encerrado porque no puedo matarte, desgraciadamente mi hija tiene sentimientos hacia ti y si te mato sé que no me lo perdonaría jamás y no quiero perderla a ella también-
Me quedo callado, no sabía que Danira sintiera cosas por mí.
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