"No soy de la Ciudad Banyan, y no conozco a nadie aparte de usted y de la familia Lynch...", Luna intentó protestar.
Sin embargo, antes de que pudiera terminar, Natasha le puso la otra tarjeta en la mano y le dijo: "Tome también esta tarjeta... En esta también hay mucho dinero. Puede quedarse con las dos tarjetas, siempre y cuando me ayude a encontrar pruebas de que Aura fue incriminada".
Luna bajó la mirada para observar las dos tarjetas que Natasha le había dado. Ella pudo reconocer las dos. Una de ellas era la cuenta personal de Natasha que contenía todos los ahorros de su vida; la propia Luna había ayudado a Natasha a crear la cuenta. Sin embargo, la otra era una tarjeta que ella le había dado a Natasha justo antes de casarse con Joshua. La tarjeta contenía todos los ahorros y activos de la propia Luna. En aquel momento, Luna sabía que fue duro para sus padres criarla hasta la edad adulta, pero como se casaba tan joven, no sabía cómo pagarles, así que acumuló todos sus ahorros en una cuenta y decidió regalar la tarjeta a su madre.
Luna no sabía que, muchos años después, esa tarjeta volvería a ella. No podía creer que, en un giro del destino, un día se presentaría ante su madre con una nueva cara e identidad y que su madre le ofrecería ese dinero para ayudar a limpiar el nombre de Aura.
"Señora Gibson, ¿y si incluso después de investigar, las pruebas siguen apuntando a que Aura es culpable?".
Natasha se congeló. Era obvio que nunca esperó que Luna le hiciera esta pregunta.
Tras un momento de duda, ella dejó escapar un suspiro y respondió: "Bueno, en ese caso... no tengo más remedio que aceptar la verdad". Tras terminar su frase, Natasha cerró los ojos.
"Sólo tengo dos hijas. Una cosa es estar decepcionada por mi hija mayor, pero si la otra resulta ser igual...". Natasha se lamentó, pero se detuvo antes de poder terminar.
Mirando el rostro hundido y lánguido de Natasha, Luna se mordió el labio inferior. No sabía cómo describir sus sentimientos en ese momento. Era una tormenta de sentimientos que se agitaban en ella simultáneamente.
Luna se sentía dolorosamente decepcionada por el hecho de que su propia madre no confiara en ella en absoluto, pero al mismo tiempo, sabía que no podía culpar a Natasha por sentirse así. Debió ser insoportablemente agonizante para Natasha tener que aceptar la traición de su hija. Tal vez, en el pasado, Natasha había luchado por creer que Luna no haría algo así, al igual que luchó por creer lo contrario en Aura.
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