De hecho, el atuendo de Luna parecía algo que usaría una joven pasante.
Wesley se quedó helado al verla. Por una fracción de segundo, no podía creer que esta era la misma mujer que había abierto la puerta hace unos minutos.
"Hoy es mi primer día de trabajo, ¿cierto?". Luna no pareció notar su desconcierto. En cambio, bajó los escalones y continuó con un aire de indiferencia: "¿Puede explicarme las horas de trabajo, por favor? Puede que tenga que salir temprano del trabajo porque necesito recoger a mi hijo de la escuela".
Siguiendo detrás de ella, Wesley estaba tan sorprendido por sus palabras que se quedó sin habla. "¿Tiene un hijo?". Esta mujer no parecía tener más de 20 años. ¿Cómo podía tener un hijo?
"Por supuesto". Luna se rio entre dientes. "Mi hijo es el mejor amigo de la hija del Señor Lynch".
Wesley se dio cuenta de repente. No era de extrañar que esta mujer, que vivía en una zona
residencial tan ordinaria, pareciera ser amiga del Señor Lynch. Todo era debido a su hijo.
Los dos salieron juntos del edificio de Luna y se subieron al coche de Wesley. Durante todo el viaje, Wesley intentó explicarle las políticas de la empresa a Luna.
Luna miró por la ventana y no pareció prestar mucha atención, para gran disgusto de Wesley. " Luna, ¿por qué no estás escuchando? Algunas de estas políticas son diferentes a las de otras empresas. ¡Si rompes las reglas, te reducirán el salario!".
Luna curvó sus labios en una sonrisa. "Estoy escuchando".
Todavía recordaba todas las políticas que Wesley mencionó. Hace muchos años, ella había sido quien redactó las pautas con Joshua, incluyendo los beneficios brindados a las empleadas, como las licencias por maternidad.
Una vez, se acostó en los brazos de Joshua y lo miró con una sonrisa. "¡No le digas a nadie que todo esto fue idea mía, para que todos piensen que eres un jefe considerado!".
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