A Joshua le pareció chistoso.
"Pensé que ya no querías servirle a nadie cuando dejaste tu trabajo como mi criada en la Villa Bahía Azul, y sin embargo aquí estás, en el departamento de diseño de mi empresa, ¿ sirviendo a mis empleados?".
Luna sonrió sin decir una palabra. "Es una petición del Señor Lynch, así que es natural que obedezca".
"¿Harás lo que te diga?".
"Por supuesto". Luna sonrió. Miró a Joshua con ojos seductores. "Cuando el Señor Lynch me dijo que no me moviera, ni una sola vez me moví. ¿ Aún lo recuerda, Señor Lynch?", habló de manera significativa.
Los ojos de Joshua se entrecerraron al mirar sus ojos seductores.
Él parecía no poder resistirse a su seducción. Courtney tenía una cara similar a la de Luna Gibson, más que esta Luna, y sin embargo apenas tenía una reacción ante ella.
Incapaz de apartar la mirada de Luna, bajó la cabeza, irritado. Hojeó las propuestas.
"¿Las revisaste?", él preguntó mientras les echaba una mirada rápida a las propuestas con el ceño fruncido.
Luna supo que había dado en el clavo cuando notó lo flojo que se estaba comportando. Desde que él empezó a hablar de trabajo, ella no se relajó. "Las revisé hace un momento".
Joshua frunció el ceño ligeramente. "Dime lo que piensas".
"No es gran cosa".
Luna expresó su opinión mientras estaba parada frente a él.
Joshua frunció el ceño. "¿Sabes quiénes son las personas a las que se les ocurrieron estas propuestas?".
Puede que el departamento de diseño de joyas del Grupo Lynch no era tan famoso como los diseñadores del extranjero, pero cada uno de los diseñadores había sido cuidadosamente seleccionado. Todos ellos eran igual de importantes.
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