El pecho de Adrián se agitó con fuerza. "¡No era eso lo que quería decir!".
Él hizo que Joshua contratara a Luna porque sabía que Luna era la diseñadora de joyas. ¡Él admiraba su talento!
¡Eso no significaba que quisiera que Luna terminara siendo pareja de Joshua!
Hailey Walter, de la familia Walter, había esperado a Joshua durante muchos años. Si Joshua tenía que considerar a alguien más que a las hermanas Gibson, ¡debía ser ella!
Ante ese pensamiento, Adrián levantó la cabeza y miró a Joshua con frialdad. "No me importa. Ya que has sentado precedente, eso significa que puedes aceptar a otras mujeres que no sean las hermanas Gibson. En los próximos días iré a ver a la familia Walter para recoger a Hailey y traerla a la Villa Bahía Azul para que se quede. Allí será donde se quede".
Así, Adrián se levantó enfadado y se marchó furioso.
Joshua se quedó sentado en el sofá. No persiguió a Adrián, ni refutó sus palabras.
Lucas, a su lado, frunció las cejas. "Señor, ¿va a dejar que su padre traiga a la Señorita Walter a la Villa Bahía Azul?".
Joshua se cambió a una posición más cómoda en el sofá mientras observaba la forma en retirada de Adrián. "Déjalo. Por lo que sé de Hailey Walter, no vendrá".
Hailey era arrogante; siempre tenía una actitud desdeñosa hacia todo.
Cuando Joshua se casó con Luna Gibson en aquel entonces, Hailey le dijo con arrogancia que esperaría a que se divorciara y rogara para que se casara con él.
Más tarde, cuando Luna Gibson sufrió un accidente y él se comprometió con Aura, ella le dijo que esperaría a que él se arrepintiera de su decisión y al día en que él le propusiera matrimonio.
Después de todos esos años, seguía teniendo esa mentalidad de superioridad, esperando a que él se acercara a ella.
¿Cómo podría una mujer así aceptar vivir con él sólo por unas palabras de Adrián?
Además, aunque Hailey acabara entrando en la Villa Bahía Azul para quedarse, eso podría no ser algo malo después de todo...
Mientras salía del Grupo Lynch, Adrián se enfurecía cada vez más mientras pensaba en todo eso. Al final, se dio la vuelta y tomó el ascensor directamente hacia el departamento de diseño.
"¡Está claro que ella intenta ponerte las cosas difíciles! ¿Cómo vas a conseguirlo para el final del día?".
Luna sonrió y dijo: "Ella sólo dijo que lo tuviera listo para el final del día, pero no especificó qué día".
Luego, miró despreocupadamente los
desordenados bocetos en el escritorio de Bonnie.
Luna suspiró sin poder evitarlo. Cogió los bocetos de Bonnie y los apiló sobre los suyos. "Déjame hacerlo".
Bonnie dudó un poco. "Puedo hacerlo..."
"Cuanto más edites, peor lo harás". Luna sonrió y dijo suavemente: "Pensé que los reporteros aprenderían algunos conocimientos básicos antes de asumir otra identidad".
Bonnie se tensó al instante ante sus palabras. Ella se mordió el labio. "¿Q-qué... más sabes?".

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