"Señorita Luna".
Después de acomodar a 'Luna Gibson', Joshua se acercó a Luna con frialdad, con una mirada fría, mirando pomposamente a Luna que estaba sentada en el suelo. "¿Conoces la sentencia por secuestro?".
Luna miró hacia arriba, con una expresión de desprecio en las comisuras de sus labios: "¿ Secuestro?".
"¿No es así?".
Él se arrodilló, sus ojos parecían contener el frío de una helada invernal. "Neil y Nellie son mis hijos y de Luna Gibson. Hace seis años, cuando ella no estaba prestando atención, le robaste a sus dos hijos y los criaste como si fueran tuyos. ¿No es esta la verdad?".
Él miró hacia abajo y miró el reloj de acero que llevaba en la muñeca. "La policía llegará pronto. Como nunca lastimaste a Neil y a Nellie, e incluso arriesgaste tu vida por Nellie, hablaré bien de ti en el juicio. Pero el castigo que te mereces... ¡
tendrás que sufrir cada uno de ellos!".
En el momento en que sus palabras salieron de su boca, el sonido de las sirenas de la policía llegó desde afuera.
Luna se rio con amargura: "¿Tanto confías en las palabras de esa mujer?".
"Ella es mi esposa”, respondió Joshua con frialdad.
A Luna le hicieron gracia sus palabras.
¿Desde cuándo se preocupaba tanto por ella?
En el pasado, no importaba lo que ella dijera o hiciera, no eran más que ruido.
Pero ahora, él obedecía lealmente cada una de las palabras que la impostora decía.
Aspirando profundamente, ella se rio: "¿Estás seguro de que ella es tu esposa?".
"Claro que lo soy”.
La mujer sentada en el sofá se limpió las lágrimas, miró hacia arriba que era la viva imagen de Luna Gibson y dijo: "Si yo no soy su esposa, ¿ acaso eres tú? Luna, ¡lo sabía! ¡Querías hacerte pasar por mí! Hace seis años, me robaste a mis hijos, y ahora, seis años después, ¡quieres robarte a mi esposo!".
Luna frunció el ceño, quería decir algo, pero justo en ese momento, el mayordomo condujo a los policías al interior de la casa.
"¿Quién de ustedes es la Señorita Luna?".
Él suspiró, caminó hacia adelante y levantó a Nellie en sus brazos. "Aún eres pequeña, no entiendes los asuntos de los adultos".
"¡¿Por qué no entendería?!".
Nellie luchó contra su agarre con todas sus fuerzas. "¡Quiero proteger a Mami, quiero proteger a mi Mami!".
Cuanto más luchaba, más se fruncían las cejas de Joshua.
"¡Señor, policía!".
En comparación con la impulsividad de Nellie, Neil se mantuvo tranquilo y sereno.
Él miró a los dos policías frente a él solemnemente, emitiendo una vibra fría y altiva." Soy el hijo del Señor Joshua Lynch, ya saben las consecuencias de enojarnos a mí y a mi hermana".
Ante la actitud dominante del pequeño, los policías se rieron: "No te preocupes, niño, solo la llevaremos a la comisaría para tratar de entender mejor el asunto. No hay necesidad de estar tan nervioso".
Al ver cómo las esposas heladas unían sus muñecas, Luna respiró profundo. "Neil, cuida bien de tu hermana".

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