Recuperar Su Amor (Luna y Joshua) romance Capítulo 243

Al amanecer del día siguiente, Joshua fue despertado por Nellie, que estaba acostada en sus brazos.

La niña le puso el dedo en la mejilla. "Papi, ¿por qué eres tan guapo?".

Sus maneras infantiles lo hicieron reír. Con el sueño aún en sus ojos, él le acarició el cabello suavemente. "¿No es bueno tener un Papi guapo?".

"¡Claro que sí!". Nellie sonrió, sus ojos se inclinaron hacia arriba en pequeñas medias lunas, y sostuvo el rostro de él, dándole un beso en la mejilla. "Te verías aún mejor si liberaras a la Tía Luna".

Ante la mención de Luna por parte de la niña, la mirada de Joshua se volvió sombría. Miró a Nellie. "¿Tanto quieres que la liberen?".

"¡Sí!". Nellie abrazó su brazo. “Desde que tengo memoria, ella es la que me ha estado cuidando, si no fuera buena conmigo, yo no estaría frente a ti, feliz y saludable, ¿verdad? Ella es tan buena conmigo que no soporto verla sufrir".

Él frunció el ceño. Vio con sus propios ojos lo buena que era Luna con Nellie. En realidad, ella era una buena persona. Pero, ¿por qué hizo algo así hace tantos años...?

Los ojos oscuros de la niña estaban fijos en Joshua. "Papi, ¿puedes dejar ir a la Tía Luna?".

Suspirando, él le dio unas palmaditas en la cabeza: "Esto no es algo que pueda decidir por mi cuenta".

Tanto él como Alice eran las víctimas en el caso. Era inútil que por su cuenta perdonara a Luna porque la más afectada era Alice.

"Entonces, si la Tía Alice ya no quiere tomar acción, ¿tú también te detendrás, Papi?", le preguntó Nellie, con sus ojos grandes mirándolo con anticipación.

Joshua permaneció en silencio durante un largo rato. Un segundo después, asintió. "Si ella decide no seguir tomando represalias, yo tampoco".

"¡Lo prometiste!". Con eso, Nellie se levantó de la cama, y voló al baño para lavarse.

Al mirar la espalda de la niña que se alejaba, Joshua sacudió la cabeza y la siguió al baño para

lavarse la cara.

Cuando llevó a Nellie al piso de abajo para desayunar, Neil y Alice ya estaban sentados en la mesa del comedor.

Joshua resopló con frialdad pero no dijo nada.

Los cuatro empezaron a comer, cada uno ocupado con sus propios pensamientos y planes.

Después del desayuno, Alice tiró de Joshua hacia el sofá. "Tengo algo que decirte".

Al escuchar sus palabras, Neil movió las cejas hacia Nellie. Los dos niños se acercaron, empezando un juego de legos en la alfombra frente al sofá.

Alice puso los ojos en blanco en silencio. Los niños aún eran tan jóvenes y, sin embargo, sus planes y confabulaciones no tenían fin. Jugando con sus legos justo delante de ellos, era obvio que solo querían escuchar a escondidas su conversación con Joshua.

"¿Qué pasa?". La voz baja de Joshua hizo que sus pensamientos volvieran al hombre que tenía delante.

Ella tosió suavemente: "Creo que deberíamos liberar a Luna".