Recuperar Su Amor (Luna y Joshua) romance Capítulo 249

Frente a los reporteros con cámaras de todas las formas y tamaños, Luna frunció el ceño.

¿Por qué estarían esos reporteros en el apartamento de Anne?

Solo los Gibson que estaban fuera de la comisaría, Joshua, Anne y su novio sabían que ella había pasado la noche en el departamento de Anne.

Joshua no tenía por qué humillarla con un plan como este.

Así que eso solo podría ser Aura.

Ella resopló. Una buscadora de problemas, le creó problemas en el momento en que salió de la cárcel. Su hermana era muy dedicada.

Con ese pensamiento, ella soltó una carcajada, se echó el cabello hacia atrás con elegancia y dijo:" Lo siento, pero debería preguntarle al Señor Lynch sobre esto. Anuncié mi relación con el Señor Lynch y su ex esposa regresó a casa. Si nos separamos o no, y si seguiré trabajando en el Grupo Lynch, todas estas son decisiones del Señor Lynch, ¿no creen? ¿Debería darles su

dirección?".

Su expresión tranquila y serena, y la forma en que les devolvió la pregunta, hizo que los reporteros se callaran.

"Si no hay nada importante, me voy a trabajar ahora".

Con eso, ella se agarró a la correa de su bolso y salió elegantemente de la multitud de reporteros.

Cuando ella salió de la zona de viviendas, Luna se subió a un taxi y sonó su celular.

Era Joshua.

Luna dudó por un segundo pero contestó.

"Vi las noticias". Al otro lado del celular, la voz del hombre era fría y distante. "Le pedí a Lucas que se encargara".

Ella frunció los labios sin emoción. "Gracias, Señor Lynch".

Hubo un largo silencio al otro lado del celular.

"Anoche quise visitarte, pero tu amiga me dijo que estabas dormida".

Ella se giró y miró por la ventanilla del coche. "Si tienes algo que decirme, dímelo por el celular".

Joshua suspiró débilmente: "Alice ya volvió, no hay necesidad de continuar con nuestra farsa. Gracias por cuidar de Nellie y Neill todos estos años. Alice y yo los cuidaremos bien. En el futuro, deberías... tratar de no verlos. Las emociones de los niños van y vienen en un instante, espero que ellos puedan llevarse bien con Alice, y poco a poco crezcan para aceptarla como su madre biológica. Tu trabajo en el Grupo Lynch seguirá siendo el mismo, pero ya no tienes que darle clases a Nellie, contrataré a otra maestra".

E incluso ahora, ella no podía hacer que Aura pagara por sus crímenes.

En la oficina, sin importar a dónde fuera, los dedos la señalaban y hablaban de ella a sus espaldas.

Ella sabía de qué hablaban, de qué se reían, pero no le importaba.

Ella no tenía más remedio que quedarse en el Grupo Lynch.

Durante todo el día, se enterró en su trabajo, sin darse tiempo para descansar.

Por la noche, después del trabajo, Luna caminó hasta la parada del autobús, agotada.

Un coche se detuvo frente a ella.

La ventanilla se bajó y dejó al descubierto el rostro sonriente Aura. "Mañana me voy a estudiar a Europa, ¿debería invitarte a un café como despedida?".

Luna se volteó, sin molestarse en mirarla. "No me interesa”.