Esta noticia fue repentina.
No sólo los periodistas no pudieron reaccionar a tiempo, sino que Luna tampoco.
La primera en reaccionar fue Natasha, que había estado sentada junto a la esquina.
Ella se apresuró a acercarse de manera maniática y agarró el cuello de Joshua. "¡Cómo te atreves a divorciarte de mi hija! ¡Cuántas cosas ha hecho ella por ti en aquel entonces! ¡¿Cómo te atreves a abandonarla ahora?!".
Joshua apartó la mano de Natasha de él, dedo a dedo. "También has dicho que fue en aquel entonces. Además, la persona menos cualificada para defender a Luna eres tú".
Su voz era fría. "¿No crees que no sé lo injustamente que trataste a Luna en aquel entonces?".
Natasha se sorprendió. Miró a Joshua sorprendida. "De qué estás hablando...".
Joshua la ignoró. Se limitó a mirar tranquilamente a Lucas. Lucas inmediatamente hizo que la gente echara a Natasha.
Las discusiones en el lugar se hicieron más y más acaloradas.
"Todos". The o frunció las cejas. Él tomó el micrófono para controlar a la multitud. "Hemos explicado todo lo que teníamos que explicar hoy. Incluso hemos anunciado una gran noticia. La conferencia de prensa de hoy termina aquí".
Tras sus palabras, la emisión en directo de la conferencia de prensa se cortó de inmediato.
Sentada en el centro comercial, Alice miraba fijamente la enorme pantalla negra. Ella estaba apretando los puños con fuerza.
Joshua se atrevió a anunciar un divorcio.
Él dijo que quería divorciarse de ella en la conferencia de prensa de Luna.
Alice se molestó. "Ya lo veremos. No tengo ganas de ir a casa".
El Señor Walter guardó silencio durante un rato, y luego habló en voz baja: "Creo que usted debería volver. Ahora que Joshua ha anunciado su divorcio, aunque no lo firme, él podría estar con Luna abiertamente. Ahora lo que puede hacer es presionar a Joshua. Obligúelo a reconciliarse con usted y a abandonar la idea del divorcio. Aunque los Walters nunca tuvieron un matrimonio arreglado con la familia Lynch, al menos somos amigos de la familia. Conseguir que Adrián Lynch la ayude a ejercer algo de presión también sería algo bueno, ¿qué le parece?".
Alice frunció el ceño ante sus palabras.
Después de un rato, puso los ojos en blanco, molesta. "Encontraré algún momento para volver a casa".
Tras colgar el teléfono, Alice salió del centro comercial irritada.
Al salir, un Maserati negro se detuvo frente a ella.
La puerta del coche se abrió y Lucas le dedicó una sonrisa. "Señora, el Señor Lynch me ha encargado que la lleve a la Oficina de Asuntos Civiles".

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