Solo en sus sueños Luna podía ver a un Joshua tan tierno y preocupado.
Ella lo había amado durante tantos años, pero él nunca le había correspondido su amor.
Sin embargo, en el sueño ella podía sentir claramente la preocupación y el amor de Joshua.
"Estarás bien".
Mientras estaba semiconsciente, ella escuchó la voz baja de un hombre que constantemente le repetía esto.
Luna sonrió amargamente. Qué bueno sería si pudiera seguir soñando y nunca despertar de esto...
Cuando Luna se despertó, ya era la mañana siguiente. Antes de que pudiera abrir los ojos, su nariz estaba llena con el olor a desinfectante.
Ella frunció el ceño y abrió los ojos con dificultad, obligándose a despertar.
Ella estaba en el hospital. Para decirlo con mayor precisión, ella estaba en la unidad de cuidados intensivos.
Otra persona estaba en la habitación con ella, un hombre. Él tenía puesta una máscara de oxígeno mientras descansaba en silencio en una cama junto a la de ella.
Sus ojos profundos e interminables estaban cerrados en ese momento, mostrando sus cejas afiladas y sus largas pestañas.
El sol de la mañana brillaba a través de la ventana, lo que suavizaba algunas de las frías y duras líneas en su rostro.
Joshua...
"Estás despierta, Señorita". La enfermera que acababa de entrar la miró encantada. "¡No te muevas! Iré a buscar al doctor".
"Espera". Luna frunció el ceño y señaló a Joshua." ¿Qué le pasó a él?".
"Tu esposo tuvo un enfrentamiento con algunas personas afuera del incendio ayer. Su abdomen fue apuñalado, pero aun así entró al apartamento y te rescató. Y te trajo hasta el hospital.
"Él ha perdido mucha sangre. Su herida se ha infectado y ha sido intoxicado con gasolina. Todavía está inconsciente".
La enfermera suspiró. "Tú estás despierta, pero él está en una situación mucho más grave que tú. Ni siquiera sabremos cuándo despertará".
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