Los árboles se sacudían con el viento.
Celeste observó al hombre frente a ella, lo examinó de arriba abajo antes de decir lentamente: "Así que tú eres de esas personas que adoran a sus hermanas, ¿eh?"
Jordi torció la boca, claramente quería replicar pero se contuvo, mostrando cierta impaciencia: "¿Entendiste lo que dije o no?"
Celeste soltó un "Ah" de comprensión: "Sí, ya lo entendí."
Al verla tan sumisa, Jordi se sorprendió, pero su expresión mejoró bastante.
"Vale." No se sabe de dónde sacó una tarjeta, "Después de todo, eres mi hermana. Aquí tienes un regalo de bienvenida, hay doscientos mil dólares dentro, úsalo para tus gastos."
Al ver que Celeste tomaba la tarjeta, Jordi añadió: "Este dinero lo gané yo, no tiene nada que ver con la familia."
Celeste se fijó en él.
"¿Qué es esa mirada? ¿Dudas de mí? ¿Sabes cuánto valgo?" dijo, y no pudo evitar ponerse incrédulo, "No me dirás que no me conoces, ¿cierto? Tan joven y ¿no usas internet?"
"..." Celeste guardó la tarjeta y lo miró con desprecio. "No he dicho nada y tú ya te has imaginado todo esto."
Ella siguió caminando, Jordi la acompañaba, preguntando mientras caminaban: "Entonces, ¿qué películas o series mías has visto? ¿Dónde me conociste?"
"..." De repente, Celeste se detuvo, se giró hacia él y mencionó algo que había visto recientemente, "Parece que Jordi y Mónica podrían haber terminado otra vez."
"..." Fue el turno de Jordi de quedarse callado.
Su expresión se volvió visiblemente más fea.
Celeste, sin embargo, se sintió satisfecha y continuó: "¿Consideramos eso como la telenovela de amor más larga que he visto? Lo hiciste muy bien."
"..."
Hacía tiempo que él no encontraba a alguien tan audaz.
Tanto en casa como fuera, nadie se atrevía a mencionar a Mónica frente a él.
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