Regreso Dominante de la Verdadera Heredera romance Capítulo 22

Ella le preguntó a Celeste.

Celeste asintió con la cabeza.

"¿En qué universidad?"

"En la universidad del Norte."

"..."

La mirada despreocupada de Raquel de repente se detuvo, y Jordi, que acababa de acercarse, también se detuvo un momento. Ambos miraron hacia Celeste.

Jordi parecía no creerlo: "¿La Universidad del Norte? ¿Esa Universidad del Norte?"

"¿Acaso nuestro país tiene otra Universidad del Norte?" Celeste lo observó con una mirada extraña.

"..." Jordi se quedó sin palabras.

Raquel la observó y, raramente, mostró una pequeña sonrisa.

"Eso es una coincidencia, también somos exalumnos." Por fin mostró un poco más de interés en la conversación y mientras caminaban, continuó preguntándole, "¿Qué estudias?"

"Doble especialización en Artes y Psicología."

Raquel se detuvo de nuevo: "Esas dos son especialidades muy destacadas en la Universidad del Norte, los puntajes requeridos deben ser muy altos."

"No está mal," dijo Celeste.

Jordi rodó los ojos a un lado.

"El verano terminará dentro de poco, ¿cuándo planeas volver a la universidad?"

"No voy a regresar, apliqué para un intercambio en la Universidad de Esmeralda y ya me lo aprobaron, el próximo semestre me quedo en Estado de Esmeralda."

La Universidad de Esmeralda en Estado de Esmeralda era la institución educativa más prestigiosa de la ciudad, aunque su clasificación nacional no supera al de la Universidad del Norte, seguía estando entre las cinco mejores.

Raquel asintió: "Entonces podrás hacer más amigos, justo Pau también está en Esmeralda."

Celeste no dijo nada.

Raquel la miró y añadió: "Luego iremos a una fiesta, si tienes dudas, también puedes preguntarle a Pau."

Celeste siguió sin decir nada.

Raquel, tranquila, continuó: "Si tienes problemas afuera, también puedes pedirle ayuda a Pau."

Los hermanos se separaron, dejando atrás solo el susurro de las hojas en el viento.

......

El Bentley negro estaba estacionado en la entrada de la mansión.

Celeste miró hacia adentro desde la ventana del copiloto, el conductor mantenía una expresión seria, mientras Eduardo le sonreía ligeramente.

Hasta que su mirada se posó en la persona detrás de ella, esa sonrisa desapareció instantáneamente, volviendo a la frialdad y distancia de su primer encuentro.

¿Habrá aprendido a cambiar de expresión tan rápidamente?

Celeste pensó en esto mientras iba a abrir la puerta del copiloto, pero Eduardo la detuvo.

"¿Planeas dejar que otra persona se siente a mi lado? ¿Mi prometida?"

Una frase que podría sonar molesta, pero dicha con su tono helado, casi adquiría un matiz amenazante.

Paula, que estaba a punto de subir al asiento trasero, levantó la cabeza incrédula, sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas, mirando a Eduardo con una expresión de vulnerabilidad.

Pero Eduardo ni siquiera la miró, simplemente mantuvo su atención en Celeste.